Quienes gustamos del queso con sabor fuerte sabemos que parte del proceso para darle su sabor consiste en el añejamiento pero creo que miles de años en reposo es demasiado hasta para los más exigentes.
Científicos descubrieron lo que parece ser tecnología con 8,000 años de antigüedad utilizada para la fabricación de este exquisito manjar y con ello, se demuestra que desde el periodo neolítico los hombres primitivos ya se preparaban unas buenas quesadillas.
Los resto de este milenario queso fueron descubiertos por investigadores de la Universidad de Bristol (Inglaterra), de Gdansk (Polonia) y de la Universidad de Princeton (E.U.A.) luego de que tuvieran a bien examinar unas ollas polacas hechas de barro que presentaban algunos agujeros en su interior. Los análisis a estas ollas revelaron la existencia de lípidos de leche y esto los llevó a la conclusión de que se trataba de un colador de queso, que por cierto, antes de los análisis, los investigadores pensaban que la olla era utilizada para colar miel o cerveza.
“La pregunta es cuánto tiempo les tomó descubrir esta tecnología de transformar leche en productos fermentados y eventualmente en queso, y eso es muy difícil de descifrar” cometa Peter Bogucki, investigador de la Universidad de Princeton y agrega “Creo que esto fue clave en la innovación del Neolítico, el poder producir un producto que se puede almacenar de un producto perecedero y difícil de manipular como la leche, y hacerlo de forma rutinaria y repetitiva, con continuos refinamientos. Y esto, pocos milenios luego de domesticar ganado, ovejas y cabras”.
Esto demuestra que el hombre siempre ha buscado comer una rica carne asada acompañada de un sabroso queso.
Agencias