Médicos, enfermeras, camilleros y camareras del Hospital Dr Luis Salazar Domínguez, mejor conocido como el Seguro Social de Guarenas, en el estado Miranda, anunciaron la paralización de los servicios que se prestan en el centro de salud, durante una protesta realizada este jueves 18 de marzo, como medida de presión para exigir la vacunación contra el COVID-19 para el personal que allí labora.
A pesar de que hace más de un mes llegaron al país las primeras dosis de las vacunas Sputnik V, que fueron indicadas para todo el personal de salud, los trabajadores de este centro asistencial guarenero que cuenta con una sala de atención para pacientes con COVID-19, no ha sido inmunizado.
«No es solamente el hecho de que no nos han vacunado, tampoco nos dotan de tapabocas, ni de equipos de bioseguridad, ni indumentaria, nada. Y así nos exigen que cumplamos un horario, cuando a veces no tenemos ni para pagar un pasaje porque el sueldo lo nos alcanza», señaló la licenciada en enfermería Ángela Linares.
Por su parte, la doctora Elis Tessman, declaró que no han recibido respuestas del director del hospital ante sus peticiones. «Queremos que el director nos de la cara y nos informe sobre la programación de vacunación para el personal de este hospital. Estamos desprotegidos y exigimos ser vacunados como prioridad» refirió.
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Adicionalmente, la doctora Gaudys Edemburgo indicó que en un año de pandemia, aún a ella no le han realizado una prueba rápida ni PCR para descartar que se haya contagiado de COVID-19. «Uno no sabe en qué condiciones estamos, porque hemos presentado cuadros clínicos. Es insólito que en un año a uno no le hayan hecho una prueba rápida o un PCR para descartar el virus en nosotros que somos trabajadores de la salud. Así estamos trabajando en Venezuela», mencionó.
El director del Hospital Dr Luis Salazar Domínguez, David Simoza, no se encontraba en el hospital. Los manifestantes denunciaron que durante su gestión, la infraestructura de este centro de salud se ha deteriorado.
«Ninguna de las áreas tiene aire acondicionado. Trabajamos en un sofocón, lo que nos expone más a los virus y bacterias. Los baños no sirven, ni los cuartos de descanso para el personal, las enfermeras dormimos en una silla o en un colchón en el piso. La comida que nos dan no se la comen ni los animales. ¿Cómo quieren que uno trabaje así?», agregó la enfermera Ángela Linares.
El personal de salud realizará una nueva manifestación el próximo lunes 22 de marzo, para continuar con la principal exigencia de que les sean colocadas las vacunas contra el COVID-19.
Denunciaron además, que son intimidados y víctimas de persecución por parte de un funcionario que se identifica con una gorra y un tapabocas con el logo del partido Tupamaros, quien trabaja para el director del hospital.