El pasado martes 16 de marzo apareció en la playa El Cascajo, del Distrito de Chancay, al norte de Lima, en Perú, el cuerpo sin vida de una joven venezolana de 24 años tirado en la arena con evidencia de abuso sexual, lesiones en la cabeza y el rostro y un disparo en la espalda. Las autoridades del país andino la identificaron como Yelimar Valladares, de nacionalidad venezolana.
La víctima, nativa de Biscucuy, capital del municipio Sucre del estado Portuguesa, emigró a Perú para trabajar junto a su hermano y tenía residencia en el Barrio Bello Monte, sector 3, en las adyacencias del Seminario de la capital peruana. Estaba casada y deja en orfandad a un niño de apenas un añito de edad.
Informaciones destacan que su hermano, Omar Valladares, narró a los agentes de la Dirección de Investigaciones Criminales de Perú que ella salió de su trabajo la noche del pasado lunes 15 de marzo y no llegó a casa. Sólo supo nuevamente de su hermana cuando se enteró que habían localizado su cadáver en una playa solitaria.