Información de: Telesur
Las investigaciones para determinar qué sucedió para que el carguero Ever Given impidiera el paso diario por el canal de Suez de cientos de barcos con mercancías de todo tipo, ya han comenzado este martes, mientras Egipto destacó los esfuerzos para liberar la vía marítima.
El presidente de Egipto, Abdelfatá al Sisi, subrayó este martes que la crisis provocada por el encallamiento de un carguero en el Canal de Suez, resuelta el lunes, reafirma «el gran papel y la importancia» de esta vía marítima para la economía mundial.
«La crisis era algo que no queríamos, pero fue el destino. Ha afirmado el gran papel y la importancia del canal durante los últimos 150 o 160 años», señaló el mandatario durante una visita a las instalaciones de la Autoridad del Canal de Suez (SCA) en Ismailia.
El teniente general Osama Rabie, jefe de la Autoridad del Canal de Suez y arquitecto de la operación de rescate, destacó la complejidad de la misión en una rueda de prensa en la ciudad de Ismailía.
Rabie dijo que trabajarán sin descanso para despejar en tres días las colas de 422 barcos formadas en ambos extremos del canal.
Rabie señaló que las estimaciones iniciales de pérdidas y daños para su entidad rondan los 13.000.000 de euros (15.000.000 dólares) al día.
Actualmente 163 barcos esperan a cruzarlo en el sur, mientras en el norte lo hacen otros 137 buques y en el Gran Lago Amargo –donde había un total de 43 navíos– ahora sólo quedan seis anclados.
El buque portacontenedores Ever Given se encuentra en el Gran Lago Amargo, una zona más amplia del canal en la que se someterá a una inspección técnica completa.
El tráfico habitual en el Canal de Suez se reanudará en cuatro o cinco días, aunque los retrasos comerciales podrían prolongarse durante meses, según ha indicado la Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD).
El Ever Given, de bandera panameña, integra la flota de la naviera taiwanesa Evergreen y es propiedad de la empresa japonesa Shoei Kisen, y transporta una carga de más de 18.000 contenedores que es gestionada por la multinacional Bernhard Schulte Shipmanagement (BSM).
El canal, que conecta el mar Mediterráneo con el mar Rojo, es la ruta marítima más corta entre Asia y Europa.