Vecinos sugieren que el gobierno del municipio Guaicaipuro debe reubicar a los informales para que de esta forma el tránsito peatonal sea más fluido y sin problemas
Los Teques. Desde muy lejos da la impresión de que el bulevar Bermúdez es tranquilo y en él no ocurren problemas. Toda el área se encuentra plagada de circunstancias que afectan el bienestar de las personas que trabajan cerca. De igual forma, los transeúntes no se salvan.
Nelson Buitriago, quien reside en la avenida Independencia, comentó que le es imposible caminar por las aceras por la cantidad de buhoneros .
“Sencillamente el bulevar le pertenece a los trabajadores de la economía informal. No se pude caminar tranquilamente como se hace en el bulevar de Sabana Grande”.
Sostuvo que el gobierno del municipio Guaicaipuro debería reubicar a los informales para que de esta forma el tránsito peatonal sea más fluido y sin problemas.
Buitriago cree que los informales perjudican al bulevar y por ello se le tiene que buscar una solución. “O caminamos por las aceras o lo hacemos por el medio de la vía”, sentenció.
También dijo que la Alcaldía de Guaicaipuro y la Gobernación del estado Miranda deberían apurar la construcción de los mercados para albergar a la economía informal en La Hoyada.
Contaminación y anarquía
La contaminación sigue estando a la orden del día en Los Teques. Esta vez, algunos trabajadores han expresado su malestar ante la cantidad de monóxido de carbono que absorben diariamente.
Niuzca Salazar declaró que todas las personas están asfixiadas ante la cantidad de humo que expulsan las unidades de transporte público y los vehículos particulares.
Señaló que el bulevar Bermúdez es uno de los lugares más contaminados que tiene la capital de Miranda debido al humo de las unidades de transporte.
Indicó que si el gobierno regional no dicta leyes ni reglamentos que pongan freno a los transportistas y conductores particulares, seguirán emanando humo en todas las calles de Los Teques.
Un grupo de personas consultadas sobre la irregularidad coincidió en que es imposible sentarse un rato en los bancos de concreto debido al humo emanado de los tubos de escape.
Además, los comerciantes entrevistados dicen sentirse afectados por la cantidad de motos que a toda hora se trasladan de un lugar a otro.
César Pineda señaló que “hay demasiado abuso en este lado de la ciudad. Es verdad que hay presencia policial en el bulevar pero se quedan de manos cruzadas cuando se llevan a la gente por el medio. Las personas cada vez que cruzan la calle tienen que estar con los ojos bien abiertos para evitar ser atropellados”.
Semáforo “loco”
Los conductores también se quejan de que los semáforos que se encuentran al frente del centro comercial Hito, cerca de la calle Carabobo, no están funcionando como es debido.
César Pineda agregó que el controlador vial está disparejo porque “se queda pegado en el rojo”. Asimismo, asegura que en las horas pico se genera caos vehicular en todo el bulevar que en algunas ocasiones llega hasta la avenida Bertorelli Cisneros, por el terminal de Los Lagos.
Los lugareños aseguran que los semáforos no han recibido el debido mantenimiento ya que el aparato se ha dañado en varias oportunidades. “Aunque el semáforo es tecnológico, por ser inteligente se daña a cada rato. Hay que cambiarlo”, dijo.
Mayor seguridad
Gran parte del bulevar se encuentra actualmente custodiado por efectivos de Polimiranda, la Guardia del Pueblo y Poliguaicaipuro. Sin embargo, quienes trabajan y viven en el lugar insisten en que se incremente aún más la seguridad a fin de garantizar el orden en el espacio.
Eduardo Lugo
@eduardooasis