Este viernes 9 de abril se conoció la noticia de que el príncipe Felipe, duque de Edimburgo, murió a los 99 años. “Su Alteza Real falleció pacíficamente en el castillo de Windsor”, expresó en un comunicado la familia real. Casado desde 1947 con la reina Isabel, fue el consorte con más años de servicio en la historia de la corona británica.
Por el momento, no se dieron detalles de la causa de la muerte ni se precisó la información de su funeral; la casa real prometió hacer más anuncios “a su debido tiempo”. Sin embargo, una fuente cercana a la realeza británica reveló, en diálogo con The New York Post, el último deseo del príncipe antes de morir.
El duque tenía el ferviente deseo de morir en la paz de su hogar”, aseguró. “Sabíamos que cuando lo llevaron de vuelta al castillo era para que muriera en sus propios términos. No en una cama de hospital, en su propia cama”, detalló la fuente.
En sus últimos meses de vida, Felipe enfrento graves complicaciones de salud. Por una infección debió pasar un mes internado y fue intervenido del corazón. El alta la recibió el pasado 16 de marzo. En junio, el esposo de Isabel hubiera cumplido 100 años.
Otro de los últimos deseos del príncipe que fueron estipulados tiempo atrás se refiere a su sepelio. Si bien tiene derecho a recibir un funeral de Estado, se dio a conocer que manifestó su voluntad de tener sepelio militar.
Sus restos descansarán en el castillo Windsor, lugar donde falleció, y el funeral probablemente será llevado adelante en la capilla de San Jorge. Por otro lado, se prevé que su cuerpo sea enterrado en los jardines de Frogmore House y que se decreten 30 días de duelo oficial. Desde hoy, por su parte, la reina mantendrá el luto de ocho días.
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