Los médicos quienes hoy en el mundo son considerados héroes, especialmente por su papel en medio de la pandemia del coronavirus, para los delincuentes de Caracas representan un blanco para la extorsión y amenazas.
Los médicos de la Gran Caracas, son victimas de llamadas telefónicas para amedrentarlos y exigirles dinero a cambio de protección.
“Le habla Wilexis Carreño. Cómo está usted. Personalmente no nos conocemos, pero le conozco por recomendación de personas que me hablaron muy bien de usted. Dígame si le puedo llamar o por notas de voz, como mejor le parezca”.
Así los abordan a través de uno de los tantos mensajes enviados por WhatsApp a los profesionales de la salud, tanto de Caracas, como de Los Teques y Guarenas.
La voz suena tranquila y segura, dicen. Mientras que el mensaje presagia lo que vendrá: un intento de extorsión y amenazas a su entorno. Una y otra vez se repite. Solo cambia el destinatario,
“Si ha escuchado hablar de mí sabrá quién soy, si no averigüe por las redes sociales”, señala lapidario, sabedor de que invocar el nombre de Wilexis genera de inmediato conmoción y zozobra.
El mismo sujeto se hace pasar por el Coqui, y la llamada dice que proviene de la Cota 905, Miguel Santana, líder de los Tupamaros, o Cristian Batista, de la Unión Bolivariana de Trabajadores. En todos esos casos se trata de la misma persona. También amenazan a empresarios y comerciantes.
Los sujetos se comunican con números afiliados a diferentes operadoras, incluso alguno de Colombia. Piden 1.000 dólares para protección y resguardo de su familia.
En plena pandemia arremeten contra el personal que está en primera fila batallando contra el COVID-19, no solo salvando vidas sino poniendo en riesgo la de ellos, aunque no para evitar ser extorsionados, sino porque estos héroes son los que juraron “No llevar otro propósito que el bien y la salud de los enfermos”.
Empiezan a preocuparse por la frecuencia de los mensajes
En los grupos de WhatsApp de médicos y personal de salud se han incrementado las denuncias sobre acosos y extorsiones, esta en particular. Señalan que en los últimos meses suman cada vez más y que, si bien muchos han optado por no hacerles caso, empiezan a preocupar por la frecuencia con la que se han presentado.
“A muchos colegas en Caracas los llamaron por su nombre, con toda confianza, y les ofrecen protección a cambio de dólares con la amenaza de por medio”, indicó un médico en un grupo.
Los extorsionadores no tienen preferencia por operadora y, aparecen como afiliados a una cuenta de empresa. Además, prefieren llamar a mujeres, aunque muchos hombres también han recibido los mensajes.