La fiesta de los Sanfermines, una de las más multitudinarias e internacionales de España, con los toros como protagonistas, se suspenden por segundo año consecutivo, debido a la pandemia de coronavirus.
Según anunció este lunes el alcalde de Pamplona, la ciudad del norte de España donde se celebra, Enrique Maya, «la salud es lo primero», por lo que se vio «obligado» a tomar esa decisión, que calificó como «dura».
A lo largo de los últimos meses numerosas voces apuntaron la dificultad de una celebración tan masiva como los Sanfermines por la situación epidemiológica que se vive e incluso el alcalde ya había comentado que consideraba «absolutamente imposible» celebrar unas fiestas «como las que hemos conocido», pero fue este lunes cuando se dio a conocer la suspensión oficial.
Navarra, la región donde se celebran los Sanfermines, es una de las que tiene la incidencia acumulada más alta de España (400 casos por cada 100.000 habitantes, frente a la media española de 235, según los últimos datos oficiales), aunque los contagios por COVID-19 están descendiendo en los últimos días.
Durante los Sanfermines, que se celebran a principios del mes de julio, miles de personas se concentran en las calles del centro de la ciudad y tienen como momento estrella los famosos encierros de toros bravos, en los que miles de personas asisten a las carreras que protagonizan los animales y los jóvenes, llamados «mozos» que corren ante ellos.
Pero la fiesta se prolonga a lo largo del día y durante seis jornadas por toda la ciudad.
En 2019, último año en el que se celebraron, Pamplona acogió algo más de 521.000 turistas en esas fiestas, de las que el 44 % (230.000) llegaron desde otros países, según datos oficiales.
Los Sanfermines se remontan a varios siglos, aunque su fama mundial es un fenómeno reciente, que arrancó con la difusión que les dio el escritor estadounidense Ernest Hemingway en su libro «Fiesta», y se multiplicó con las retransmisiones de los encierros por televisión, que han llevado la fiesta a todos los rincones del mundo.
Aunque a lo largo de su historia ha habido varias suspensiones de estas celebraciones, es la segunda vez (tras el año pasado) en los dos últimos siglos que se suspenden por una epidemia, ya que las fiestas resistieron a varias epidemias de cólera y a la de la llamada «gripe española» de principios del siglo XX.
La suspensión de los Sanfermines no significa que no haya actividades en el verano de Pamplona, ya que parte del presupuesto que se iba a destinar a las fiesta será para impulsar un ambicioso programa cultural y de actividades de «ocio seguro», según anunció el alcalde.
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