Por Redacción Cactus24 -2 mayo, 2021
Andy Ruiz regresó al Dignity Health Sports Park de Carson (California). En ese recinto disputó su última pelea como ‘desconocido’. Allí boxeó en abril de 2019. Ganó y aceptó el reto de Anthony Joshua un mes y diez días después.
Lo que sucedió después ya es historia: KO y campeón mundial. Tras el éxito llegó el batacazo. Ruiz tuvo problemas para asimilar el éxito y en diciembre de 2019 subió al ring con más de 128 kilos. Fue el momento en el que cambió de entrenador, se unió al equipo de Eddy Reynoso (entrenador de Canelo Álvarez) y ha experimentado un gran cambio físico y mental. En Carson se presentó con 116 kilos y una apariencia muy mejorada. Pintaba bien, pero debía ratificarlo en el ring ante el veterano y siempre complicado Chris Arreola. Peleaba en casa en un día importante. Era el primer show de boxeo en el que California permitía público (se dieron cita 3.940 fans de los 13.000 que entran, no dejaron más). Había que hacerlo bien…
Jimmy Lennon Jr. le presentó como «el Nuevo Drestroyer», la tensión iba en aumento y Ruiz lo reflejaba en su rostro. En el primer asalto volvió a lucir rápido de manos y cintura, pero en el segundo todo se complicó. El excampeón no se tapó en la corta y Arreola le clavó una derecha descendente que le envió al suelo. No fue la única mano que le llegó, hubo mas y estuvo a punto de irse al suelo de nuevo. Resistió, pero en el tercer round le volvió a ocurrir. Se fue a cruzar golpes sin cuartel y se llevó la peor parte. Poco a poco se fue serenando y empezó a mejorar. En el cuarto asalto lo evidenció y fue claro en su esquina: «Estoy encontrando distancia». Notaba la inactividad. Andy recuperó los golpes abajo y su trabajo con el jab, pero la sensación de peligro no se iba. Arreola ya había demostrado que podía hacer que la pelea cambiase en un segundo y Ruiz no transmitía lo mismo.
Ruiz trabajó muy bien la zona de flotación de Arreola, quien poco a poco se fue quedando y ahí recibía cada vez más golpes. Además, en el octavo asalto Arreola se lesionó en su brazo izquierdo. No fue un impedimento para seguir, pero le lastró. Andy fue muy constante y preciso. Pegó más y mejor, pero el KO que se presuponía no apareció ni por asomo. Lució mejor que en Arabia Saudí, pero el rostro de Eddy Reynoso era un fiel reflejo de lo que se había visto en el ring: está mejor, pero queda mucho por mejorar. Pese a ello, Ruiz se llevó un nuevo triunfo trabajado (ganó por decisión unánime (117-110, 118-109 y 118-109) y es nuevo aspirante oficial WBA al Mundial pesado) y mira a los carteles que le dejen a las puertas del vencedor del Joshua vs Fury (pleito que Eddie Hearn mantiene que se cerrará la próxima semana). Wilder, Whyte u Ortiz deberían ser lo próximo para Andy Ruiz. La gestión de la presión y regresar las manos al mentón, los deberes que se lleva. (Información de la revista deportiva AS)
Cactus24/02-05-2021