Gaza.- Salvas de cohetes fueron disparadas el lunes desde la Franja de Gaza hacia Israel, al final de una nueva jornada de violencia en Jerusalén Este, donde los enfrentamientos entre palestinos y policías israelíes causaron más de 300 heridos.
Sirenas de alarmas resonaron en Jerusalén, donde el Muro de las Lamentaciones fue evacuado.
El movimiento islamista armado Hamás, en el poder en la Franja de Gaza, había amenazado a Israel si sus fuerzas no se retiraban este lunes por la noche de la Explanada de las Mezquitas, un lugar ultrasensible entre palestinos e israelíes en el centro de la Ciudad Vieja de Jerusalén.
Hamás había dado a Israel «hasta las 18H00 de esta noche (lunes a las 15H00 GMT) para retirar a sus soldados» de la Explanada de las Mezquitas y del barrio de Sheij Jarrah, en Jerusalén Este, advirtió en un comunicado el portavoz del brazo militar del movimiento.
A las 18H00, varias salvas de cohetes fueron disparadas desde el este y el norte de la Franja de Gaza hacia Israel.
La víspera, se habían lanzado desde el enclave palestino globos incendiarios y cohetes hacia el sur del territorio israelí en apoyo a los manifestantes de Jerusalén.
Dos de siete cohetes fueron interceptado por el sistema antimisiles israelí. En represalia, el ejército disparó «contra puestos militares» de Hamás en Gaza y cerró el paso fronterizo de Erez, el único que permite a los gazatíes pasar a Israel.
Estos disparos tiene lugar en el cuarto día de enfrentamientos entre palestinos y fuerzas de seguridad israelíes en Jerusalén Este, sector palestino de la ciudad ilegalmente ocupado y anexionado por Israel.
Más de 300 heridosPor la mañana, cientos de palestinos lanzaron proyectiles a las fuerzas de seguridad israelíes en la Explanada de las Mezquitas. Los policías replicaron con balas de goma y gas lacrimógeno.
Por la tarde, la situación fue más tranquila pero la tensión seguía siendo patente.
La Media Luna Roja palestina informó de más de 305 palestinos heridos, de los cuales más de 200 tuvieron que ser evacuados en ambulancias.
Por su parte, la policía israelí, que advirtió que no dejará «a los extremistas que amenacen la seguridad del público», dio cuenta de nueve agentes heridos.
Estos choques coincidían con la celebración el lunes, según el calendario hebreo, del «Día de Jerusalén» que marca la conquista de la parte oriental de la ciudad por Israel en 1967.
La «marcha de Jerusalén», a menudo envuelta en altercados y que tenía que congregar esta noche a miles de israelíes en la Ciudad Vieja, fue finalmente anulada.
«No danzaremos sobre una Jerusalén dividida», indicó la organización Am Kalavi. La policía había pedido a los palestinos no salir de sus casas para evitar la violencia.
Ante el aumento de la violencia, el Consejo de Seguridad de la ONU, a petición de Túnez, debe reunirse este lunes para abordar la situación en Jerusalén Este.
Llamados internacionalesEn medio de cada vez más llamados internacionales a la calma, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, elogió este lunes la «firmeza» de las fuerzas de seguridad para garantizar la «estabilidad» en Jerusalén y criticó la cobertura «errónea» de los «medios internacionales».
Por su parte, la Autoridad Palestina de Mahmud Abas denunció «una agresión bárbara» de las fuerzas israelíes.
El viernes por la noche, más de 200 personas resultaron heridas en choques entre la policía y los palestinos en la explanada, en los disturbios más violentos desde 2017 en este sector.
El sábado y el domingo, la calma volvió a la plaza, pero los enfrentamientos se desplazaron a otras áreas de Jerusalén Este, donde resultaron heridas más de cien personas, según la Media Luna Roja.
Una de las causas de la reciente tensión en Jerusalén Este es el porvenir de varias familias palestinas del barrio de Sheij Jarrah, amenazadas con ser expulsadas en beneficio de colonos israelíes. En este contexto, la justicia israelí aplazó una vista sobre el caso prevista este lunes.
Estados Unidos, el principal aliado de Israel, pidió a los altos cargos «israelíes y palestinos que actúen para poner fin a la violencia» y expresó su preocupación por «la posible expulsión de las familias palestinas de Sheij Jarrah».
La Unión Europea y varios países árabes pidieron calma y moderación. Turquía, por su parte, prometió hacer todo lo posible «para poner fin al terrorismo y a la ocupación israelí».
En Jordania, un país en paz con Israel desde 1994, más de 1.500 personas se manifestaron este lunes para pedir la «expulsión» del embajador israelí.
Con información de AFP.