La adquisición de Douglas Chiquito consolida el juego perimetral del conjunto Bucaneros de La Guaira
Una buena noticia para los aficionados del litoral central: Bucaneros de La Guaira firmó al joven jugador venezolano Douglas Chiquito, lo que representa un refuerzo muy importante para su juego exterior y su velocidad, armas que gravitarán de manera decisiva en su desempeño en la próxima temporada del baloncesto profesional.
Como se informó oportunamente, Chiquito, piloto y escolta formado en Guaiqueríes de Margarita, tenía problemas personales para jugar en la isla. Ello generó la oportunidad para un cambio, y Bucaneros decidió pronto al ceder a los jóvenes Gustavo Calderín y Leonardo Betancourt, ambos de indudable potencial, pero adquiriendo a un valor ya a punto de explotar, como lo demostró en la temporada anterior.
El nuevo bucanero, que actúa como piloto y escolta, se inició muy joven en Guaiqueríes, pero fue en las dos últimas temporadas cuando comenzó a mostrar su evolución. Certero en el disparo desde larga distancia, eficiente en el manejo del esférico y con visión para desarrollar los rompimientos, resultó pieza clave en varios triunfos de los insulares.
No es aventurado, por ello, afirmar que la de 2013 puede ser la temporada de la explosión defintiiva de un jugador con mucho porvenir, quie apunta a la selección nacional. En Bucaneros, donde se reencontrará con el piloto Carlos Cedeño, dará su aporte a la estrategia del técnico Guillermo Narvarte, que tendrá en esa pareja, junto a los importados Desmond Farmar y Robert Hornsby, suficiente profundidad para el juego exterior. Desde ahora, la amenaza perimetral será una de las armas del cuadro, que así permitirá evolucionar con más libertad en la pintura a sus internos, entre ellos el otro importado, Theron Smith.
De otra parte, la llegada de Douglas Chiquito significa un importante refuerzo para el personal joven de Bucaneros, que incluye entre otros a los aleros Jackson Zapata y Francisco Centeno y a Leonardo Berroterán. AN