Sol del Valle Molina Peña, de 24 años de edad, confesó ante el Tribunal Primero de Control de Los Teques haber asesinado a su hija, de pocos días de nacida, y luego enterrarla en una montaña cerca de su casa, en el sector Vuelta Larga de Los Teques, capital del estado Miranda.
Ante la macabra confesión, el tribunal de control, a cargo del juez Mario Lizcano Urbina, le fue dictada la medida privativa de libertad y su reclusión en el Instituto Nacional de Orientación Femenina (Inof).
Una fuente policial señaló que la denuncia del caso fue hecha por el padre de la niña, quien, al parecer, se había separado de la mujer. Los vecinos lo felicitaron por el nacimiento de la bebé. El hombre fue a la vivienda en la comunidad de La Matica y encontró a la mujer, pero no había rastros de la bebé.
La noche del viernes 21 de mayo, la mujer regresó del hospital y mató a la recién nacida. Luego, la enterró en la montaña. Los pesquisas del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) se trasladaron a la vivienda y detuvieron a Molina. En los interrogatorios dio distintas versiones.
La versión inicial de la mujer señalaba que había dado a luz en la maternidad de Caricuao y que la bebé había nacido muerta. Luego señaló que la bebé estaba con complicaciones y la iban a trasladar al estado Mérida para unos exámenes, lo que llevó a los investigadores a descubrir que Molina mentía. Al verificar el relato con los registros del centro materno evidenciaron que era falso el parto en ese centro de una bebé que falleciera durante el procedimiento.
La mujer confesó el crimen, en el último interrogatorio, y luego admitió los hechos en la audiencia de presentación realizada el lunes 24 de mayo. A Molina se le imputó homicidio intencional en la persona de su descendencia (infanticidio), contemplado en el artículo 406 del Código Penal.
Pola del Giudice