Un llamado a Dialogo, con mediación internacional mientras cursa un cronograma electoral en Venezuela genera un sinfín de interrogantes y conjeturas entre los ciudadanos que esperan por una opción que realmente puede poner fin a la crisis.
El ente electoral, Consejo Nacional Electoral, prosigue la ruta marcada por el cronograma, esta semana llamó a los representantes de los principales partidos nacionales, acreditados ante el CNE, horas antes de iniciar Jornada de Actualización del RE, que cerraría el 15 de Julio; señaló el diputado y consultor electoral Anibal Sanchez.
«Estamos ante otro evento electoral, que será recordado más por el manejo político que le pueda dar la ciudadanía, que por el mismo proceso, guiado por un nuevo CNE nombrado desde el Parlamento y producto de un acuerdo político».
El escepticismo abunda en la mayoría de los mensajes; desde que el presidente del Consejo Nacional Electoral anunciara para el 21 de noviembre unas elecciones conjuntas para los 23 gobernadores; 335 alcaldes; 251 legisladores regionales y 2.449 concejales municipales. «Las dudas se apoderaron del espacio ante el quienes serian candidatos, con que respaldo contarían y si el valdría la pena participar’.
Pareciera haber quedando de lado el cuestionamiento sobre la objetividad e imparcialidad del órgano electoral. A pesar que algunos consideran que su génesis es a partir de un Parlamneto desconocido; y otros que ven con duda la incorporación de nombres de rectores, más técnicos ligados a la oposición.-
Esto en nuestra opinión, estaba enmarcado dentro de una agenda de un Diálogo Mediado a nivel internacional, por la necesidad de tener un proceso que pudiera ser reconocido por la comunidad internacional y en los que participen distintas fuerzas políticas que hacen vida en el país.
Aun así, persisten las conjeturas y posturas particulares; es solo una nueva maniobra del Gobierno para lograr flexibilizar las sanciones y compartir responsabilidad en la atencion a la crisis.
A partir de esto un sector, del oficialismo no estaría dispuesto a ceder espacios; y se prepara para esta contienda, organizando un recenso de militantes, un proceso de postulaciones de candidatos desde sus estructuras y la selección de candidatos en primarias o internas.
Recuperar la confianza en la institución del CNE no será fácil, la polarización política y social, luego de la Constituyente (2017), presidencial (2018), Municipales del (2019) y elección de la Asamblea Nacional (2020), procesos en los que un sector llamo y planteó un escenario irreal por parte de la comunidad internacional; solo refuerzan la desconfianza.
Tras las últimas elecciones del 6-D gobiernos de la Unión Europea emitierin comunicado que no iban a reconocer los resultados, pues no existían las condiciones electorales,a esto se les une el descontento de muchos venezolanos y la politica de factores fuera de Venezuela sobre la falta de imparcialidad del CNE.
Son múltiples las irregularidades que se podrían plantear a la forma como se conducen los procesos electorales venezolanos, catalogados técnicamente como del tipo semi competitivos; lo que es característica de estos regímenes y que solo es posible afrontar con una buena estrategia y la movilización de una gran mayoría, como ocurrió en el 2015.
La incertidumbre política en Venezuela es bastante compleja producto de una crisis multidimensional de carácter político, económico, social y humanitario.
Por lo que no debe sorprender que las elecciones de noviembre; el venezolano las vea con poco interés; la atención está en ver como sobrevivir ante el caos, desorden y las malas políticas. La oposición ha perdido su credibilidad en cuanto a sus lideres quienes han demostrado incapacidad en enfrentar a un gobierno con un alto rechazo.
Esta situación de crisis de conduccion en ambos lados, en pro de una gestión que genere bienestar al pueblo; pareciera tener la situación en un punto muerto; donde es imposible gobernar y por otro lado no lograr el quiebre; lo que pudiera desembocar en un Diálogo que destranque las proximas casillas.