El Gobierno de Japón tiene previsto limitar la entrada de espectadores a estadios deportivos a un máximo de 10.000 personas, sea cual sea la situación de la pandemia, una medida que se espera sea aplicada también a los Juegos Olímpicos de Tokio.
El ministro a cargo de respuesta contra la pandemia, Yasutoshi Nishimura, anunció este miércoles esta nueva medida más estricta sobre la asistencia de público a eventos multitudinarios, que fue respaldada por el comité de expertos que asesora al Ejecutivo.
El máximo de 10.000 personas en estadios estará en vigor en julio y agosto, coincidiendo con la celebración con los Juegos Olímpicos de Tokio.
Los organizadores todavía no han decidido si permitirán la entrada de público, y en qué medida, en las sedes de las competiciones, pero en caso de permitirse el acceso de espectadores se deberán cumplir las directrices del Gobierno.
El nuevo tope fijado por el Ejecutivo es más estricto que el que estaba vigente hasta ahora, que permitía la entrada de 5.000 personas o del 50 % del aforo total de las instalaciones deportivas.
En el marco de las nuevas directrices, en el Estadio Olímpico de Tokio podrían entrar como máximo 10.000 espectadores, mientras que hasta ahora se admitían 34.000 personas, la mitad de su aforo de 68.000 asientos.
El límite se aplicará en todo el país, incluso en prefecturas donde se levante el estado de emergencia sanitaria que está vigente en Tokio y otras de las principales regiones niponas hasta finales de mes.
El experto médico que lidera el panel que asesora al Gobierno, Shigeru Omi, afirmó en rueda de prensa que se trata de una medida «más dura» dirigida a reflejar el riesgo que conlleva la asistencia masiva a eventos deportivos.
El comité organizador de Tokio 2020 también tiene previsto decidir antes de finales de mes sobre la asistencia de público a los estadios, tras haber ya anunciado su veto a la entrada de visitantes extranjeros a Japón durante los Juegos para prevenir la propagación de infecciones de coronavirus. / EFE