Los cadáveres de Omar Moreno, de 40 años de edad; y de su sobrino German Moreno, de 18 años, fueron hallados a las 4:30 de la madrugada de este miércoles en el interior de un negocio familia, en la tercera avenida de Propatria.
El padre de Germán Moreno, llegaba del mercado de Coche, donde adquirió la mercancía para surtir la frutería “Gran Feria de Hortalizas”, cuando encontró los cuerpos. Los gritos desesperados del hombre al ver a su hijo sin vida hicieron eco en la calle, despertando a los vecinos que alarmados se asomaron desde sus ventanas.
Una de las testigos del hallazgo, quien estaba de visita en casa de su madre, recordó haber escuchado al hombre gritar. La mujer pensó que se trataba de un secuestro, pero una vez en la calle supo que era un asesinato. “El señor gritaba, me mataron a mi panchito. Me imagino que hablaba de su hijo”.
La señora, habitante de El Cafetal que esa noche durmió en la casa de su madre porque “estábamos montando el arbolito”, salió a la calle y asomó a la entrada de la frutería. Sin dudarlo, entró aprovechando que el desesperado padre había dejado la puerta a abierta. “El muchacho más joven estaba tirado cerca de la entrada, junto a la caja registradora, estaba todo muy ensangrentado y tenía muchas heridas. Pensé que eran tiros, pero parece que fueron puñaladas”, dijo.
Francisco Moreno, padre de Germán Moreno, se aferró al cuerpo de su hijo durante unos minutos. Cuando recordó que en el sitio también dormía su hermano, fue hacia la habitación trasera que tenía dispuesta para la pernocta y lo encontró sin vida.
“El me condujo hasta ese cuarto. Todo era muy horrible. El señor estaba tirado entre la cama y una peinadora. También tenía mucha sangre. Allí todo estaba revuelto, las gavetas en el suelo. Había mucho desorden”, dijo la vecina temerosa de ser descubierta en su osadía ante la policía.
Omar Moreno y su sobrino, solía quedarse a dormir en el negocio. La familia nativa de Tovar, estado Mérida, tiene otro establecimiento de venta de hortalizas en Pérez Bonalde. En total eran seis hermanos, mientras que el joven de 18 años, era el mayor de los dos hijos de Francisco Moreno.
Se presume que el cuchillo que utilizaron para asesinarlos, lo tomaron de la carnicería que la familia tiene en la misma venta de frutas y hortalizas, según contó Frank Jaimes, tío materno de German, quien dijo que la PNB no hace nada y que cuando ven delincuentes se hacen los locos y voltean a otro lado.
Daisy Jaimes, tía materna de German, indicó que ella vive en la Cota 905 pero se enteró de lo ocurrido a las 6:00 de la mañana. Explicó que Moreno y su sobrino siempre se quedaban en el negocio porque en la zona hay mucha delincuencia. “Hay demasiada matazón de gente, todo el mundo está pendiente de los reales”.
Una vecina de nombre Marilú Carta, dijo que “Hay que pagar vacuna para tener seguridad”. Indicó que algunos comerciantes tienen que contratar seguridad privada para sobrevivir en la zona y que cuando llaman al número 171 no pasa nada. “Somos venezolanos y debemos tener seguridad”.
El Cicpc investiga una versión que indica que hace 15 días, Omar Moreno, habría sostenido un altercado con un sujeto en el negocio y en medio de la discusión Moreno le dio una bofetada. Sin embargo, una vecina dijo que el modus operandi de una banda de huele pegas que actúa en la zona es entregar por los techos a los negocios para robar.
LA VOZ /AA.