Lance Armstrong perdió este jueves su útima batalla al decidir no hacer frente a nuevas acusaciones por dopaje.
Al anunciar que no pelearía estos señalamientos que lo han perseguido durante casi toda su carrera ciclística, la Agencia Antidopaje de Estados Unidos decidió borrar del mapa sus más importantes logros obtenidos desde el primero de agosto de 1998, entre ellos, los siete títulos consecutivos en el Tour de Francia.
Sin embargo, su anuncio incrementó la duda que ya había presente entre muchos seguidores de este deporte que creen que esta vez sí había pruebas y testimonios suficientes para incriminarlo.
Algunos entendidos no comprenden cómo uno de los atletas más extraordinarios de la historia del deporte mundial decidió abandonar la causa de su honra cuando en el pasado derrotó enemigos aparentemente mucho más difíciles de vencer.