Daniel Ortega presentó oficialmente este lunes 2 de agosto, su candidatura para las elecciones presidenciales del 7 de noviembre en Nicaragua, junto a su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, en busca de un cuarto mandato en las elecciones de noviembre, mientras sus principales rivales están en prisión.
La pareja fue registrada como los candidatos de la alianza «Nicaragua Triunfa», del gobernante Frente Sandinista (FSLN, izquierda), después que un congreso partidario los ratificara como su fórmula presidencial.
Ortega, un exguerrillero de 75 años que gobierna desde 2007 tras dos reelecciones sucesivas, aspira asentarse en el poder por cinco años más junto con Murillo, de 70 años, quien lo acompaña en la vicepresidencia desde 2017.
“Aquí estamos para continuar la lucha contra la pobreza”, dijo Murillo, esposa de Ortega.
Por otro lado, la Unión Europea (UE) sancionó este lunes con restricciones migratorias y financieras a Murillo, a su hijo Juan Carlos y a otros seis funcionarios del gobierno por su responsabilidad en las “graves violaciones de los derechos humanos” en Nicaragua.
La medida se suma a otras tomadas por Estados Unidos y Canadá contra funcionarios del gobierno de Ortega, en protesta por la represión que mantiene contra sus opositores desde el estallido de las manifestaciones antigubernamentales de 2018.
Ortega planea competir en los comicios de noviembre sin una fuerte oposición, luego de que la policía arrestara entre junio y julio a siete aspirantes a la presidencia, que fueron acusados en su mayoría de “traición” a la patria.
Ante esto, Ortega ha acusado a los opositores presos de “terroristas” y “mercenarios” al servicio de Estados Unidos.
Con sus contrincantes en la cárcel, los sandinistas se disponen a enfrentar a una derecha divida principalmente en dos bloques: la alianza CxL, debilitada por el arresto de casi todos sus precandidatos, y el Partido Liberal Constitucionalista (PLC), segunda fuerza parlamentaria y que ha sido señalada de colaborar con el gobierno.