Este lunes 9 de agosto, el Ministerio de Sanidad de Guinea confirmó el primer caso del virus de Marburgo, similar al ébola, detectado en la prefectura de Gueckedou, al sur del país. Se trata de la primera vez que se detecta este virus en África occidental.
Las autoridades de sanidad informaron en un comunicado que el caso del virus de Marburgo fue diagnosticado el 3 de agosto, y fue confirmado por el Instituto Pasteur de Dakar el día 9 de agosto.
El paciente infectado con este virus trató de buscar tratamiento en una clínica local de la prefectura de Gueckedou, al sur del país, cerca de las fronteras con Liberia y Costa de Marfil. El hombre empeoró rápidamente y falleció unos días después. Las pruebas realizadas tras el fallecimiento confirmaron que la causa de la muerte fue el contagio del virus de Marburgo.
El ministerio aseguró que no se han detectado otros casos sospechosos, pero se mantiene bajo supervisión a 155 contactos.
Debido a esto, se ha puesto en alerta a todas las poblaciones cercanas y han invitado a la población «a colaborar con los servicios de sanidad desplegados sobre el terreno y que notifiquen todo caso sospechoso, además de aplicar las medidas preventivas», reza el comunicado.
El gobierno del país ha desplegado un numeroso dispositivo para evitar que la enfermedad se propague, además de controlar las fronteras para evitar el salto del virus a otros países.
La OMS también está colaborando e investigando para evitar la expansión del virus. Hace tan solo unas semanas Guinea declaró el fin de un brote de Ébola que se detectó a inicios de año al sur del país.
El virus del Marburgo
Los síntomas del virus del Marburgo son fiebre alta, dolor de cabeza intenso, vómitos de sangre, dolor muscular y malestar general. Esta enfermedad se transmite a las personas a través de los murciélagos frugívoros y la infección entre humanos se produce a través del contacto directo de sangre, fluidos u otros tejidos corporales infectados.
Actualmente no existen vacunas ni tratamientos contra esta enfermedad, de la que se han registrado una docena de brotes en África desde 1967, donde la letalidad ha variado según la cepa del virus y la gestión de los distintos países afectados.