Su nombre es Arnoldo Lozano-Sánchez, un hombre de 78 años, residente de Las Vegas, en Estados Unidos detenido por haber, , abierto fuego contra tres de sus inquilinos porque no le pagaban el alquiler. Dos de ellos acabaron falleciendo, según ha informado la policía en un comunicado.
Los hechos ocurrieron el 10 de agosto. El Departamento de Policía de Las Vegas recibió una llamada en un tiroteo en West Chicago Aveneu pasada la medianoche. La policía se trasladó rápidamente hasta un bloque de pisos ubicado en el número 200.
A las puertas del edificio, encontraron el cuerpo de una mujer con heridas de bala que, finalmente, falleció. Poco después, un hombre salió del edificio también con heridas de bala, aunque él consiguió sobrevivir y, a estas horas, se recupera en el hospital.
El autor de los disparos, el casero de las víctimas, aún permanecía dentro del edificio pero, tras una negociación con la policía, Arnoldo Lozano-Sánchez se rindió y salió del edificio. Los agentes pudieron registrar entonces la vivienda donde encontraron a otra mujer sin vida.
Pensaba solucionar los problemas «a su manera»
Según un testigo, unos días antes del crimen, se produjo una discusión entre el arrendador y los inquilinos por el impago del alquiler en la que Arnoldo dijo que iba a solucionar los problemas «a su manera» a la vez que se reía.
El once de agosto, Lozano-Sanchez compareció ante el juez, que le negó una fianza. Sin embargo, el sospechoso, acusado de dos cargos de asesinato y un intento de asesinato, dijo no entender de qué se le acusaba así que volverá a declarar ante el juez este lunes.