Este lunes 23 de agosto, la Asociación Civil Santi y sus amigos entregó una carta a la Conferencia Episcopal Venezolana y la Nunciatura Apostólica en Caracas para solicitar a la Iglesia que interceda por los pacientes que esperan trasplantes en Venezuela.
«Ya basta de estar de manos atadas, de manos cruzadas, y seguir perdiendo a nuestros niños. Queremos cumplir el sueño de todos los niños que lamentablemente ya no están», dijo a los medios de comunicación Rosaliz Díaz, directora de la Asociación Civil Santi y sus amigos.
Familiares de pacientes del hospital J. M. de los Ríos exigieron una vez más al Estado venezolano que se hagan los correctivos necesarios para que se dé la reactivación de trasplantes en el país.
«Nuestros niños se están infectando, se nos están deteriorando. Sabemos que si se reactivan los trasplantes, no todos los pacientes podrán recibir uno. Fundavene actualmente ni siquiera sabe quienes son los que pueden o no recibir un trasplante porque no se han enfocado en atender a los pacientes crónicos», señaló Díaz.
La directora de la asociación pidió a las autoridades del Ministerio Público sentarse en una mesa de trabajo con las organizaciones, familiares y pacientes para plantear soluciones creíbles y concretas.
Fabiola Garantón, miembro de la organización, destacó que en el Servicio de Hematología del hospital J. M. de los Ríos hay entre 25 y 30 niños candidatos para recibir un transplante de hígado.
«En el área de Nefrología no hay tantos candidatos porque muchos han perdido la vida», dijo Garantón.
El 1 de junio de 2017 Fundavene notificó a todos los centros de trasplantes del país la suspensión del programa de donante cadáver.
La medida, que en su momento se dijo era temporal, fue atribuida a la escasez de medicamentos inmunosupresores de mantenimiento, las fallas del tratamiento previo al trasplante, las deficiencias en la red hospitalaria, el deterioro de los servicios y la migración del personal calificado.