La situación está muy lejos de estabilizarse en Afganistán. El atentado suicida contra el aeropuerto de Kabul que causó decenas de muertos, entre ellos 13 soldados estadounidenses, ha tenido una rápida respuesta por parte de Estados Unidos, que ha atacado esta madrugada con un dron al presunto planificador del ataque. Un día después de que Washington advirtiera de represalias inminentes por el atentado suicida en el aeropuerto de Kabul, el Pentágono ha confirmado un ataque con misiles lanzados desde un dron para matar a un miembro de Estado Islámico Provincia de Jorasán (ISKP), la filial afgana del grupo terrorista que ha reivindicado el atentado del pasado jueves en el Aeropuerto Internacional Hamid Karzai, en Kabul.
En un comunicado recogido por la cadena estadounidense CNN, Bill Urban, el portavoz del Comando Central de Estados Unidos, ha corroborado que las primeras pesquisas apuntan a que se ha conseguido «matar al objetivo» aunque, reconoce, que no saben si hay «víctimas civiles».
En cualquier caso, Urban ha anunciado que un funcionario ha ratificado la autorización del ataque por parte del presidente de Estados Unidos Joe Biden. Al parecer, este ataque aéreo estaría justificado en el contexto de una operación contra un planificador del grupo terrorista en la provincia afgana de Nangarhar.
A pesar de que Estados Unidos no ha determinado oficialmente si el objetivo estuvo vinculado al atentado suicida del pasado jueves, un funcionario estadounidense ha señalado que, aunque esta persona no estuvo involucrada, era sospechosa de estar implicada en futuros ataques, según informa la agencia estadounidense de noticias Bloomberg. El mismo funcionario ha precisado que el ataque se ha efectuado con un dron Reaper contra un vehículo en el que se encontraba el terrorista.
Estados Unidos ha evacuado a 6.800 personas de Afganistán en las últimas 24 horas pese a estar en máxima alerta ante la posibilidad de que se repita un atentado como el del pasado jueves contra el aeropuerto de Kabul, que se cobró la vida de al menos 170 personas, entre ellas 13 soldados estadounidenses.
Un alto funcionario de la Casa Blanca indicó este sábado a la prensa que los 6.800 refugiados fueron transportados en vuelos militares estadounidenses y de la OTAN.
En concreto, 32 aviones de EEUU evacuaron a 4.000 personas y 34 aeronaves de la OTAN sacaron de Afganistán a 2.800.
De esa forma, Washington ha organizado la evacuación de Afganistán de 111.900 personas desde el 14 de agosto, cuando aceleró las labores de evacuación ante el avance de los talibanes.
El Ejército británico concluye este sábado su operación de evacuación de civiles de Kabul en su «fase más dura» ante la «angustia» de no poder sacar a alrededor de un millar de afganos vinculados con el Reino Unido, cuyas vidas corren peligro bajo el régimen talibán.
El responsable de personal del ministerio británico de Defensa, Nick Carter, corroboró que se prevé cerrar durante esta jornada la misión en Afganistán, ya en sus últimas horas, e indicó que quedan pendientes «muy pocos» vuelos de evacuación de ciudadanos.
«Estamos llegando al final de la evacuación, que discurrirá durante la jornada de hoy y después, por supuesto, será necesario sacar a nuestras tropas«