Uno de los portavoces de los talibán, Zabihulá Muyahid, insistió este lunes 30 de agosto, que los ataques que Estados Unidos ha lanzado en los últimos días en represalia por el atentado en el aeropuerto de Kabul que dejó 170 muertos son «ilegales».
«Condenamos estos ataques porque es ilegal llevar a cabo ataques arbitrarios en otros países», señaló Muyahid en una entrevista concedida a la televisión china CGTN, donde hizo hincapié en que, si hubiera «potenciales amenazas», Washington debería haber notificado sus intenciones a las nuevas autoridades afganas.
«No un ataque arbitrario», incidió, al tiempo que denunció que la operación causó bajas civiles. Las ha cifrado en al menos siete.
Cabe destacar, que Estados Unidos lanzó el domingo un ataque «en defensa propia» para neutralizar una amenaza «inminente» sobre el Aeropuerto Internacional Hamid Karzai de la capital de Afganistán y después de que el presidente, Joe Biden, haya reiterado el «alto riesgo» de que se produzcan potenciales nuevos ataques en la zona.
En concreto, un dron atacó a un vehículo presuntamente vinculado a Estado Islámico Provincia Jorasán (ISKP), que reivindicó el ataque del jueves.
El Mando Central de Estados Unidos (CENTCOM) señaló que «evaluaban» la posibilidad de que el ataque causara víctimas civiles y posteriormente matizó que «las potentes explosiones posteriores resultantes de la destrucción del vehículo indican una gran cantidad de material explosivo en el interior que puede haber causado víctimas o heridos».
Según la cadena de televisión CNN, que cita a testigos, el ataque dejó nueve muertos, todos miembros de una misma familia y seis de ellos niños de entre diez y dos años. Otro testigo, según el mismo medio, detalló haber visto «cinco o seis personas muertas y dos heridos».
Los talibán ya condenaron el ataque el domingo y señalaron que, a su juicio, viola la soberanía de Afganistán. Por otro lado, un miembro de la oficina política de los talibán, Abdulaq Wasiq, señaló que Washington «no tiene derecho» a llevar a cabo ataques en el país asiático y que «exagera» la presencia de Estado Islámico en Afganistán.