Nota de redacción: En una entrevista exclusiva brindada al Diario español SPORT, la atleta Yulimar Rojas revela los alcances de sus éxitos en el atletismo, las carencias venezolanas y el porque no ha respondido a las peticiones españolas de hacerse ciudadana de ese país. A continuación la referida entrevista:
Una de las grandes estrellas de los Juegos Olímpicos de Tokio fue sin duda la atleta azulgrana Yulimar Rojas con su oro en triple salto con un espectacular récord mundial (15,67 metros) que la acercan a una barrera de los 16 metros que parecía de ciencia ficción hasta su irrupción.
A sus 25 años y tras añadir la gloria olímpica a sus títulos mundiales en pista cubierta y al aire libre, la venezolana se plantea ya nuevos retos, como el referido de seguir acercándose a esos 16 metros o el combinar el triple salto con la longitud de cara al Mundial del año que viene en Eugene.
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Aprovechando su viaje a Barcelona para realizar el saque del honor en el Nou Camp en el duelo liguero ante el Getafe que terminó con la sufrida victoria del Barça por 2-1, Yulimar Rojas mantuvo una larga e interesante charla con SPORT.
Ya ha pasado casi un mes de los Juegos. ¿Cómo lo lleva?
Todavía no lo he asimilado del todo. Ese momento, el oro olímpico, el récord del mundo… No me lo creo. Estoy como en una nube, pero a la vez me siento identificada con lo que hemos hecho, porque ha sido a base de esfuerzo y de mucho trabajo. Y lo merecemos, porque nos vaciamos en Tokio y dimos todo lo que teníamos.
Usted ya fue plata en Río. ¿Llevaba cinco años esperando ese momento?
¿Sabes? Desde que me superó la colombiana Catherine (Ibargüen) en Río, desde ese minuto uno ya me visualicé ganando el oro en Tokio. A Río llegaba como una novata y ahora ya estaba mucho más desarrollada, con más recorrido y eso me tenía que impulsar a mi sueño, que era ser campeona olímpica. En ese tránsito poco a poco me fui puliendo con mi entrenador Iván (Pedroso), fuimos conquistando mundiales, superándonos y mejorando todos los detalles para llegar al máximo.
¿Cómo le afectó el aplazamiento de los Juegos?
Acababa de batir el récord mundial en pista cubierta (15,43 m) y los Juegos estaban casi a la vuelta de la esquina cuando todo se desvaneció y había que empezar de cero. De todas formas, yo sabía que el oro tenía que ser para mí y si habíamos esperado casi cuatro años, teníamos que aprovechar ese año extra para llegar mejor todavía a Tokio y así fue. Al principio fue un palo el aplazamiento, pero cuando lo asimilamos entendimos que podía beneficiarme para llegar más preparada, con un plus más.
¿Ya era como una obsesión?
No. Era el gran objetivo. No competí en pista cubierta y nos tomamos el invierno como una etapa de entrenamiento para centrarnos en los Juegos. Así que, supercontenta, porque ese sueño que tenía desde Río se ha hecho realidad al cien por cien.
Uno de sus apodos es ‘La Guerrera’. ¿Se siente una guerrera?
Hemos tenido que guerrear mucho y siempre he sido guerrera. No es fácil llevar tanto tiempo lejos de tus seres queridos, sin verlos y trabajando día a día, pero vale la pena. Yo no voy a cambiar. A ver si me siguen catalogando así junto a mi entrenador, que también ha sido un guerrero. Ojalá entre los dos guerreros sigamos consiguiendo éxitos.
Y mirando a su infancia en una familia humilde venezolana. ¿Es usted es un ejemplo de que todo es posible?
Claro. En mi país nos brindan pocas oportunidades para conquistar nuestros sueños. En el deporte ha decaído mucho el apoyo, esa mano esa que necesitamos para surgir. Yo me siento una privilegiada por estar aquí luchando por mis metas. Ojalá esto sea un impulso para que salgan muchas más Yulimar Rojas y que los niños y niñas se sientan orgullosos y se vean reflejados en estos logros.
¿Le gustaría ser un icono?
A ver, no ha sido fácil llegar aquí, pero se ha logrado con mucho sacrificio y claro que los sueños se pueden cumplir, pero necesitamos ese impulso, ese apoyo. Yo sé que esta medalla va a generar mucha felicidad y mucha inquietud en los niños, sobre todo en la nueva generación. Me encantaría que quisiesen ser como yo y, sobre todo, que lo consigan. En mi país hay mucho talento, muchos niños con hambre de triunfo y espero que mi medalla sea parte de un movimiento que ayude a fortalecer el deporte en mi país y a que salgan más campeonas.
Algunos piden su nacionalización, pero olvidan que usted es venezolana hasta el tuétano…
Jaja. Bueno, eso lo he oído muchas veces. Si lleva tanto tiempo en España, que compita por España. Si hay una cosa que he tenido clara desde que llegué es que nunca he olvidado mis raíces ni de dónde soy. Iván me dijo una vez que mi nacionalidad tenía que prevalecer siempre para hacer historia en un país que no tiene tantos deportistas de elite. Ser una leyenda en un país que está luchando y que no está en su mejor momento. Eso se me quedó grabado. Siempre he sido venezolana y lo voy a tener en mi pecho hasta que me muera.
Usted saltaba 14,50 y parecía que no sabía saltar… ¡Increíble!
(Ríe). En esa época era bastante inestable. Podía saltar 14,50 un día y al siguiente 13,80 o hacer dos nulos. No tenía la técnica pulida y saltaba un poco a lo que saliera. En lo que más hemos mejorado es en la técnica. Además, ahora estoy más rápida y más fuerte. Ya se ve mi salto más bonito, ¿no? En todas las competiciones he saltado estable por encima de 15 metros, que es lo que buscábamos para este año, Y ahora, a no bajar de ahí e ir rascando para seguir mejorando.
Su entrenador Iván Pedroso pasó de nueve metros en entrenamiento y usted se ha acercado mucho a los 16. ¿Esa barrera es superable?
Nunca he creído que sea imposible. Sería increíble, eso sí. Mucha gente dice que es imposible que una mujer pueda saltar 16 metros, pero yo tengo ahí esa espinita de que lo puedo lograr. Ya estoy en 15,67. Me estoy acercando un poco, ¿no? Sé que puedo dar más y estoy muy tranquila, porque nos vamos acercando y es lo próximo que tengo en mente. El oro olímpico y el récord del mundo ya han pasado y ahora sé que puedo llegar a los 16 metros.
¿La veremos también en longitud el año que viene?
Sí, sí. Lo teníamos planeado para los Juegos, pero era imposible por el calendario. Es otro reto sin olvidar nunca que nuestra prueba es el triple. Como tengo mucha facilidad para saltar, la longitud también me sale bien. Lo haremos el año en el Mundial, ya mejor preparada y un poquito más enfocadita. Puedo saltar más de 7,30, que es otra meta que tenemos ahí. Tengo que mejorar más técnicamente y seguir luchando por mis metas. El año que viene muchos se van a sorprender cuando me vean saltando longitud, pero puedo llegar muy lejos.
Para acabar, háblenos un poco de ‘nuestra’ Ana Peleteiro.
Ana tiene mucho talento y una gran actitud para llegar más lejos todavía que en los Juegos. Ha ido subiendo poco a poco y le ha venido bien estar con Iván, que ha rescatado su talento y lo ha pulido poco a poco. Tenemos un grupo muy competitivo y eso nos ayuda a seguir superándonos. Es muy aguerrida compitiendo y estoy muy contenta de que esté con nosotros, de que se aproveche de mí y yo de ella para mejorar, y de tener una gran amistad. Juntas compartimos el mismo amor por el deporte. Va a llegar más lejos y la a seguiremos viendo muchos años aquí en las noticias