Este lunes 6 de septiembre los talibanes aseguraron que controlan todo Afganistán, tras afirmar haber capturado el valle de Panshir, donde el jefe de la resistencia local Ahmad Masud llamó a «levantarse» contra el nuevo régimen.
«Con esta victoria, nuestro país salió por completo de la ciénaga de la guerra. La gente vivirá ahora en libertad, paz y prosperidad», afirmó el principal portavoz del movimiento islamista, Zabihullah Mujahid, en un comunicado. La bandera del Emirato Islámico de Afganistán ondea ya sobre la sede del gobernador provincial.
Los talibanes han capturado varios helicópteros dejados atrás por el llamado Frente de Resistencia Nacional de Afganistán.
Se desconoce el paradero de sus líderes, el autoproclamado «presidente de Afganistán», Amrulah Saleh -vicepresidente en el gobierno depuesto- y del hijo educado en Gran Bretaña del «león del Panshir», Ahmed Shah Masud, que fue asesinado por Alqaeda dos días antes del 11-S. Masud, sin embargo, publicó esta mañana un tuit en el que dice estar sano y salvo.
El Frente Nacional de Resistencia (FNR) afirma retener «posiciones estratégicas» en la zona y «continuar» con su lucha.
De su lado, y en una rueda de prensa en Kabul, el vocero de los talibanes advirtió ante nuevos intentos de insurgencia y llamó a los antiguos efectivos de las fuerzas armadas a integrarse en las tropas de su régimen.
«El Emirato Islámico es muy sensible ante las insurgencias. Cualquiera que intente iniciar una insurgencia será atacado con firmeza. No permitiremos otra», advirtió.
Imágenes publicadas en redes sociales mostraban a los talibanes en las oficinas del gobernador de la provincia de Panshir y banderas del movimiento islamista ondeando por todos lados.
Sin embargo, el día de ayer Irán condenó públicamente la entrada de los talibanes en el valle del Panshir.
Es la primera vez que Irán condena abiertamente una acción de los talibanes, grupo de orientación suní