Los 180 soldados que se encontraban retenidos por campesinos cultivadores de hoja de coca en Tibú, Norte de Santander, fueron entregados a una comisión de la Defensoría del Pueblo en la tarde de este jueves.
El ministro de Defensa, Diego Molano, había calificado el hecho como “un secuestro” y condenó el accionar de los campesinos que impidieron que los soldados iniciaran la erradicación de los cultivos de uso ilícito.
Los soldados estaban retenidos en una cancha de una escuela del sector Orú 7, de la vereda Chinquiquirá, de Tibú, custodiados por varios campesinos que se rehusan a la erradicación forzada, y que piden reactivar la sustitución de cultivos.
La mediación de la Defensoría contribuyó a bajar la tensión, ya que los soldados llevaban más de 24 horas en las mencionadas instalaciones.
Previo a la solución, el ministro Molano había advertido que procederían a operar con la fuerza del Estado: “Pretender retener soldados que cumplen con erradicación de cultivos ilícitos en Catatumbo es un secuestro y demuestra que el narcotráfico es la mayor amenaza a la democracia. Contra los que así proceden, la respuesta es la ley. No aceptamos chantajes contra la autoridad y la ley”.
Tibú es uno de los siete municipios de El Catumbo que están en constante disputa por el control de cultivos de uso ilícito y economías ilegales. Además, es el municipio el país con más coca (19.334 hectáreas), lo que representa el 13 % de las hectáreas sembradas en Colombia.