El Banco Central de Venezuela (BCV) está inyectando otros 50 millones de dólares a las mesas cambiarias de la banca este martes 02 de noviembre.
La tasa aplicada por el ente emisor a esta nueva intervención cambiaria es de 4,37 bolívares por dólar, un aumento de 1,30% frente a la cotización anterior de 4,32 bolívares establecida para la colocación del pasado 27 de octubre.
El Banco Central de Venezuela (BCV) pasó de inyectar un promedio de 80 millones de dólares a las mesas cambiarias de la banca en el primer semestre del año a colocar hasta 150 millones mensuales, un aumento de 87,5 % en medio de la precariedad de las reservas en divisas para tratar de contener el alza del tipo de cambio, que está siendo utilizado como un ancla para atajar el crecimiento de la inflación.
De acuerdo con las estimaciones de Aristimuño Herrera & Asociados, la intervención cambiaria del BCV es completamente innecesaria, pero se justifica por la prioridad de contener los precios coyunturalmente, debido a la urgencia por contener los precios en el contexto de la megaelección regional-municipal y la flexibilización de fin de año, cuyo fin es proyectar una imagen de recuperación económica.
Los cálculos indican que el BCV está inyectando a la banca más divisas de las que el sistema puede colocar, porque, a la par, la liquidez monetaria ha venido registrando un crecimiento moderado en los últimos meses; de hecho, aumentó 7,85 % en octubre, básicamente impulsada por una expansión de 5,15 % en la semana del 22. El circulante se ubica en 2.954.657 bolívares nuevos, apenas 697 millones de dólares en términos efectivos.
Esta estrategia empujó, por ejemplo, al tipo de cambio paralelo a una variación de 0% en octubre, ya que la cotización promedio en @EnParaleloVzla cerró el mes en 4,47 bolívares nuevos, mientras que terminó septiembre en 4.467.830,91 bolívares, que llevados a la nueva expresión monetaria equivalen a los mismos 4,47 bolívares.
El elemento crítico es la capacidad del Banco Central para mantener indefinidamente esta política, sin tomar ningún tipo de medida complementaria, especialmente en un contexto de dolarización, en el cual la liquidez en bolívares apenas podría representar 16 % del circulante total en moneda extranjera, lo que constituye una práctica relegación del signo monetario nacional del sistema económico del país.
De cara a los dos últimos meses del año habrá que ver hasta dónde el BCV mantendrá su apuesta por esta política, como única herramienta, ante previsibles mayores presiones alcistas, tanto del tipo de cambio como la inflación.
Con información de Banca y Negocios