Vestidos con chalecos azul oscuro que llevan el logotipo de la Unión Europea, dos observadores electorales recorrieron los centros de votación en la capital de Venezuela, Caracas, antes de las elecciones del domingo, como parte de su primera misión al país sudamericano en 15 años.
Los observadores, entre los 44 desplegados a fines de octubre en 22 de los 23 estados de Venezuela, visitaron las escuelas que serán puntos de votación y conocieron las nuevas máquinas de votación. El personal militar, encargado de la seguridad electoral, dejó que los funcionarios las revisaran.
Los venezolanos elegirán gobernadores, alcaldes, consejos legislativos y concejos municipales en los comicios del 21 de noviembre, en los que participará la oposición que se abstuvo de acudir en las elecciones presidenciales de 2018 y de la Asamblea Nacional en 2020.
La oposición alega que el presidente Nicolás Maduro y su partido socialista obtuvieron victorias ilegítimas en las contiendas.
Estados Unidos y decenas de otros países no reconocen la administración de Maduro. Venezuela sufre una prolongada crisis económica y social, agravada por las duras sanciones de Estados Unidos que han reducido sus exportaciones de petróleo.
Una Misión de Observación Electoral (MOE) del bloque europeo no venía a Venezuela desde 2006 y ha enfrentado críticas de algunos voceros de la oposición que dicen que su presencia implica un reconocimiento implícito al gobierno de Maduro.
«Desde un punto de vista técnico, el envío de una misión de observación electoral no implica en modo alguno ni reconocimiento ni desconocimiento de ninguna autoridad», dijo Xabier Meilán, segundo al frente de la misión.
Si el gobierno decide o no seguir las recomendaciones que eventualmente se hagan en el informe de la MOE, cuya primera versión será presentada 48 horas después de la elección, «depende de las fuerzas políticas del país», dijo Xabier Meilán, segundo al frente de la misión. «Nosotros no tenemos ni la voluntad, ni la capacidad de imponer nada», agregó.
Los partidarios de la misión esperan que se destaquen los abusos denunciados por la oposición en varios comicios que van desde prohibir la postulación de opositores, fallos judiciales que han despojado a los partidos políticos de las tarjetas con las que se identifican en las boletas electorales hasta el ordenar la captura de dirigentes, varios de los cuales abandonaron el país para evadir la prisión.
También han cuestionado el uso de toda la maquinaria estatal en favor del oficialismo en la televisión estatal o la venta subsidiada de alimentos días antes de alguna elección.
Partidos y sectores que apoyan la llegada de la misión esperan que sus denuncias estén reflejadas en el informe.
«Les pido fe, les pido paciencia, que esperen a que saquemos nuestro informe», dijo Meilán. «No queremos interferir, no vamos a hacer un informe en lo absoluto sesgado», aseguró.
ATENCIÓN AL ACOSO
Para el día de las elecciones, el equipo contará con 100 observadores, dijo Meilán, y el personal estará presente en unos 1.000 de los 14.400 centros de votación del país.
«Nos hemos cansado de decirlo: la misión a la que yo represento y en la que yo estoy trabajando aquí es una misión independiente, es imparcial y es neutral», dijo Petra Sulovská, de Eslovaquia, al salir recientemente de uno de los puntos.
En zonas de Táchira, en la frontera con Colombia, los observadores siguen de cerca la forma en cómo hacen campaña los partidos políticos, en la mayoría de los casos por redes sociales por lo que buscan conocer las cuentas de los aspirantes así como de los medios de comunicación de la región.
Con información de Cactus24