La reina Isabel II, que en las últimas semanas se vio obligada a descansar por recomendación de los médicos, asistió este domingo al bautizo de dos bisnietos en Windsor, a las afueras de Londres, informarom este lunes medios locales.
La reina fue vista por la noche con un sombrero y una chaqueta verde claro a bordo de un coche, según se observa en las imágenes reveladas por la prensa británica.
August Brooksbank y Lucas Tindall, bisnietos de la reina, fueron bautizados en una ceremonia privada en la capilla All Saints, en el dominio real de Windsor, a unos cincuenta kilómetros al oeste de Londres.
August es el hijo de Eugenia de York, la hija del príncipe Andrés, vástago hijo de la reina y de su esposo, Felipe de Edimburgo.
Lucas es el hijo de Zara Tindall, vástago de la princesa Ana, segunda hija de Isabel II. Los dos niños, nacidos a principios de año, son el 13º y el 24º en el orden de sucesión al trono, respectivamente.
Soberana del Reino Unido desde hace 70 años, el estado de salud de Isabel II es un tema de preocupación en el país desde hace un meses después de pasar una noche en el hospital para hacer exámenes «preliminares» (que no fueron detallados) y que los médicos la obligaran a guardar reposo.
La reina anuló en el último minuto su participación en un acto de homenaje a las víctimas de víctimas de la guerra el pasado 14 de noviembre. El palacio de Buckingham informó entonces que sufría un problema en la espalda.
La semana pasada la reina había recibido al jefe del Estado Mayor británico, Nick Carter, en el castillo de Windsor, su primera entrevista presencial.
En el último mes había tenido que anular varias apariciones públicas, pero seguía realizando audiencias por videoconferencia. También anuló a finales de octubre su viaje a Glasgow (Escocia), en el marco de la COP26 de las Naciones Unidas. Su hijo el príncipe Carlos, heredero al trono, y Guillermo, segundo en la línea de sucesión, representaron a la familia real.