La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció este miércoles que las vacunas contra COVID-19 disponibles actualmente podrían ser menos eficaces contra la nueva variante Ómicron, sin embargo, insistió en que no debe cundir la alarma, aclarando que seguirían protegiendo de formas graves de la enfermedad.
En su informe epidemiológico semanal, la OMS, que por ahora ha recibido notificaciones de casos de la nueva variante desde 23 países, indicó que algunas mutaciones de Ómicron «podrían aumentar su capacidad de transmisión y/o permitirle cierto grado de escape a la inmunidad».
En otras palabras, se cree que las vacunas existentes (que además pueden ser modificadas en los próximos meses para adaptarse a la variante ómicron) pueden ser menos eficaces a la hora de prevenir el simple contagio de COVID-19.
Ello ya ocurrió con la variante delta, que desde que se ha convertido en la dominante en el mundo (más de un 99 % de los casos globales actuales) redujo la protección ante contagios del 60 al 40 por ciento, según indicó la semana pasada la propia OMS.
Desde que la variante fue detectada en Sudáfrica, los científicos apuntaron que, el extenso número de mutaciones que presenta, podría repercutir en la efectividad de la inmunización.
Algunas mutaciones de Ómicron «podrían aumentar su capacidad de transmisión y/o permitirle cierto grado de escape a la inmunidad», detalló la OMS en su su informe epidemiológico semanal.
Sin embargo, en el mismo documento, la organización señala que las vacunas parecen mantener su eficacia contra formas graves de la enfermedad, incluso en contagiados con la variante Ómicron, aunque aclara que por ahora los datos son muy limitados debido al relativamente bajo número de casos de Ómicron estudiados.
«Incluso si hubiera una reducción de la eficacia de la vacuna, seguirá siendo mejor estar vacunado, porque se puede salvar la vida», aseguró la jefa de la célula técnica anticovid de la OMS, María Van Kerkhove.
Información de los últimos días procedente de África da cuenta de un aumento de las hospitalizaciones, pero Van Kerkhove señaló que ello podría ser una consecuencia normal del aumento de casos en general, no sólo los causados por la nueva variante.
La variante Ómicron fue notificada por primera vez el 24 de noviembre en Sudáfrica, aunque los primeros casos confirmados en laboratorio, también en ese país, se identificaron en especímenes recolectados el 9 de noviembre.
¿Las vacunas deben renovarse?
Antes de que se diera a conocer la llegada de Ómicron, expertos ya habían señalado que la velocidad con la que el virus del SARS-CoV-2 muta exigía que las vacunas también se renovaran. El objetivo es que éstas actúen de acuerdo con las variantes que surjan. Así lo consideraron expertos en el seminario Las vacunas salvan vidas , organizado por AstraZeneca.
Sobre la posibilidad de que Ómicron tenga una mayor capacidad de transmisión o de causar episodios de COVID más graves, los expertos de la OMS indicaron que todavía llevará varios días analizar la información que se está recogiendo en los países donde se ha detectado esta variante y establecer sus características.