Este lunes al menos 10 millones de estudiantes regresaron a clases presenciales en España, luego de las vacaciones decembrinas, en la ola más contagiosa del coronavirus, con la cifra de 86,8% de adolescente completamente vacunados y un 32,1 % de niños de entre 5 y 11 años con al menos una dosis.
El Gobierno y las regiones acordaron que las clases sigan siendo presenciales totalmente, como antes del periodo navideño, pues los centros educativos españoles son «seguros», al margen de que la epidemia bate récords de infección día tras día.
La expansión rápida de la variante vírica ómicron, altamente contagiosa, y las sucesivas celebraciones festivas, que terminaron el jueves pasado, favorecen el contagio masivo, cuyos efectos se notarán aún varios días en las estadísticas sanitarias, según prevén las autoridades.
Por eso, la vuelta escolar será con el cumplimiento estricto de los protocolos sanitarios, aunque con la recomendación de suavizar las cuarentenas.
Las clases comenzarán, no obstante, con parte de los docentes de baja por estar infectados o en cuarentena tras haberse relacionado de manera estrecha con contagiados.
Una de las novedades es que las mascarillas también habrán de utilizarse en las partes exteriores de los centros educativos, no solo en el interior como hasta ahora, una obligación que se mantendrá mientras continúe la actual situación de alta transmisión.
Ante el comienzo de las clases, muchas regiones han actualizado sus protocolos, con pequeñas novedades respecto al inicio del curso, en septiembre pasado. Insisten en recomendar que los alumnos se tomen la temperatura en casa antes de ir a clase, limitar el acceso a las instalaciones escolares del personal no docente y destacan la importancia de la ventilación cruzada de las aulas.
Información EFE