Roch Marc Christian Kaboré, presidente de Burkina Faso, fue detenido por los militares tras el amotinamiento del pasado domingo en varias bases, según la información de los medios locales, lo que implicaría un giro de la situación hacia un golpe de Estado en el país africano.
Fuentes citadas por el portal burkinés de noticias Infowakat han resaltado que el presidente ha sido arrestado y trasladado al campamento de Lamizana, mientras que militares han tomado posiciones frente a la sede de la cadena de televisión pública, RTB.
Asimismo, fuentes citadas por la emisora Radio France Internacionales han confirmado la detención, mientras que un oficial ha resaltado en declaraciones a este medio que «habrá una declaración en las próximas horas». Los militares amotinados habían reclamado previamente la dimisión de Kaboré
Las informaciones sobre la detención de Kaboré han surgido horas después de que la familia del presidente abandonara el país ante el motín en varias bases en los alrededores de la capital, Uagadugú, en el marco del cual ha sido liberado el general Gilbert Diendéré, exjefe de gabinete del expresidente Blaise Compaoré, condenado por un intento de golpe de Estado en 2015 y también procesado en relación con el asesinato del expresidente e icono revolucionario africano durante los años 80 Thomas Sankara.
Ante esta situación, la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) hizo el domingo un llamamiento a la calma en Burkina Faso a través de un comunicado y expresó so solidaridad, el Gobierno y el pueblo del país africano, antes de pedir a los militares un diálogo con las autoridades burkinesas.
Por su parte el Gobierno decretó el domingo un toque de queda entra las 20.00 y las 5.30 horas (hora local), mientras que los amotinados aseguraron que no buscaban hacerse con el poder, sino que exigen más medios y el cese inmediato de la cúpula de la Agencia Nacional de Inteligencia por su incapacidad en la lucha contra el yihadismo que azota desde hace años al país.
El amotinamiento tuvo lugar cerca de dos semanas después de que las autoridades anunciaran el arresto de ocho militares, incluido un comandante, en relación con un presunto complot para «desestabilizar» las instituciones del país. Asimismo, suspendieron la semana pasada el acceso a Facebook por motivos de seguridad no especificados.
El primer ministro burkinés, Lassina Zerbo, reconoció a principios de enero que el país atraviesa una situación de seguridad «extremadamente preocupante» y abogó por hacer de la «reconciliación nacional» uno de los ejes de acción para restaurar la paz y la seguridad, después de que esta inestabilidad haya dejado ya más de 1,5 millones de desplazados desde 2015.
El país africano ha experimentado en términos generales un aumento significativo de los ataques desde el año 2015. Estos, obra tanto de la filial de Al Qaeda como de la de Estado Islámico en la región, han contribuido también a incrementar la violencia intercomunitaria y han hecho que florezcan los grupos de autodefensa.
Información Norteamérica