Este lunes sin afectar a las principales ciudades, pero dejando al menos 20 muertos y devastando los arrozales del centro del país, el ciclón Batsirai abandonó Madagascar, dejando una situación humanitaria grave.
Según el último balance de la Oficina de gestión de riesgos y de catástrofes (BNGRC), además de los 20 muertos, el ciclón obligó a 55.000 personas a abandonar sus hogares.
«Batsirai dejó Madagascar esta mañana (lunes) a las 07H00 (04H00 GMT) y salió al golfo de Mozambique», declaró a la AFP Jean Benoit Manhes, representante adjunto de Unicef en Madagascar.
Este ciclón tropical tocó tierra en Madagascar en la noche del sábado con vientos de 165 km/h, tras haber azotado la isla francesa de la Reunión.
La Unicef teme que numerosas víctimas sean niños, en un país donde representan más del 50% de la población.
El ciclón tocó primero una zona costera de 150 km de largo, poco poblada y agrícola. Luego se dirigió al oeste, provocando crecidas de los ríos que devastaron los arrozales, el «granero de arroz» de Madagascar en el centro del país, según Unicef.
Cada año, durante la temporada de ciclones (de noviembre a abril), unas diez tormentas o ciclones atraviesan el suroeste del océano Índico de este a oeste.
Información AFP