El 18 de febrero se celebra el Día Internacional del Síndrome de Asperger, en honor al cumpleaños de su descubridor, el psiquiatra austriaco, Hans Asperger, quién identifico un comportamiento similar y poco frecuente en un grupo de niños a los cuales describió de la siguiente manera:
“Estos niños presentan a menudo una sorprendente sensibilidad hacia la personalidad de sus profesores, Pueden ser enseñados, pero solamente por aquellos que les ofrecen una comprensión y un afecto verdaderos, gente que les trata con cariño y también con humor, La actitud emocional subyacente del profesor influye, de modo involuntario e inconsciente, en el estado de ánimo y comportamiento del niño”.
A pesar que sus estudios fueron publicados en 1943, no sería hasta la década de los 90, que sus notas y descripciones cobrasen valor para los estudiosos del autismo y enfermedades neurológicas en general. Síndrome de Asperger está incluido dentro de los Trastornos de Espectro Autista y es mucho más común que otros tipos de autismo, aunque también más desconocido. Se trata de un conjunto de alteraciones sociales, donde a la persona se le hace difícil encajar y entender los protocolos de la sociedad, lo que termina generando conductas poco adaptativas y problemas de desenvolvimiento con otros seres humanos.