La carrera masculina de 50 km de esquí en los Juegos de Beijing se acortó a 30 km, pero eso ayudó poco al finlandés Remi Lindholm, quien necesitó una bolsa de calor al final de la carrera para descongelar una parte del cuerpo particularmente sensible: su pene.
Lindholm pasó poco menos de una hora y 16 minutos recorriendo la pista con vientos helados y aulladores. Estas intensas condiciones de climáticas severas provocaron que su pene se congelara. Curiosamente, no es la primera vez que esto le sucede a Lindholm en una carrera de esquí de fondo. Tuvo un incidente similar en Ruka, Finlandia, el año pasado.
«Puedes adivinar qué parte del cuerpo estaba un poco congelada cuando terminé (la carrera olímpica masculina de 50 km)… fue una de las peores competencias en las que he estado. Se trataba simplemente de luchar», dijo a los medios finlandeses.
Lo organizadores estaban preocupados por la posibilidad de que los competidores sufrieran congelación durante la carrera del sábado. Por eso decidieron retrasarla cerca de una hora y también acordaron reducirla unos 20 km.
Los trajes delgados y las capas interiores que usaban los corredores, así como las tiritas para cubrirse la cara y las orejas, ofrecían poca protección.
El esquiador finlandés explicó a los medios lo que tuvo que hacer para aliviar el problema y la molestia que sentía después de cruzar la meta final.
Lindholm dijo que tuvo que usar una bolsa de calor para tratar de descongelar su pene una vez que terminó la carrera.
«Cuando las partes del cuerpo comenzaron a calentarse después de terminar, el dolor era insoportable», agregó Lindholm.
Agencia Reuters