El año pasado, Alec Baldwin concedió una entrevista para hablar del incidente durante el rodaje de Rust, en el que disparó accidentalmente a la directora de fotografía Halyna Hutchins, quien murió. En esa conversación con la cadena ABC, el actor aseguró que en ningún momento apretó el gatillo de la pistola.
Ahora, la fiscal de Nuevo México, Mary Carmack-Altwies, reveló a la revista Vanity Fair que pondrá en marcha una investigación no oficial para comprobar la versión que el actor.
En la entrevista, Baldwin contó que solo había tirado atrás del martillo de la pistola antes de que se disparara la bala real que mató a Hutchins e hirió al director de la película, Joel Souza. Asimismo, el actor indicó que nunca apuntaría a nadie con un arma y tampoco apretaría el gatillo.
Luego de ver la entrevista de Baldwin, la fiscal pidió a uno de sus investigadores que llevara a su despacho un revólver de 1850, de la misma época que la que utilizó Baldwin en Rust, para comprobar si un fallo mecánico podía haber provocado el disparo del arma.
Tras inspeccionar el arma para asegurarse que no estaba cargada, hicieron la prueba. El experimento reveló que el martillo de esa pistola podría haber provocado el disparo de la bala que terminó con la vida de Halyna Hutchins sin necesidad de que Alec Baldwin hubiera apretado el gatillo. Si se tira del martillo hasta la mitad, el percutor puede golpear el cebador de la bala sin tener que hacer uso del gatillo.
«Puedes tirar del martillo hacia atrás sin apretar el gatillo y sin bloquearlo», dijo Carmack-Altwies a Vanity Fair. «Así que lo tiras hacia atrás en parte, no se bloquea, y luego si lo sueltas, el percutor puede golpear el cebador de la bala», agregó.
Carmack-Altwies quiere ser precavida y está pendiente de los resultados oficiales de un análisis del arma por parte del FBI. Esta hipótesis confirmaría las declaraciones del actor a la cadena ABC en las que dijo que él solo había tirado hacia atrás del martillo de la pistola antes de que se disparara.