Un modelo matemático sugiere que la relación entre el uso de estatinas y la aparición de la diabetes tipo 2 no se explicaría por el aumento en la supervivencia que generarían estos populares medicamentos, señalaron investigadores.
«Nuestros resultados respaldan las observaciones previas de que las estatinas elevarían levemente el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 y de que eso no se debe simplemente a que sus usuarios vivan más tiempo», dijo el doctor Goodarz Danaei.
Aun así, agregó: «Como lo demuestran estudios previos, hasta los pacientes con alto riesgo de desarrollar diabetes (como los que tienen antecedentes familiares) se beneficiarían más con la reducción del riesgo cardiovascular por el uso de estatinas de lo que se arriesgarían por el leve aumento del riesgo de desarrollar diabetes».
En la revista Diabetes Care, el equipo de Danaei, de la Facultad de Salud Pública de Harvard, en Boston, escribe que dado que la enfermedad cardiovascular y la diabetes comparten ciertos factores de riesgo -como la obesidad y la mala alimentación-, una mayor supervivencia por el uso de estatinas podría aumentar la probabilidad de padecer diabetes.
El equipo analizó los datos de las consultas médicas generales que habían realizado casi 286.000 pacientes de entre 50 y 84 años del Reino Unido en el período 2000-2010. Ninguno tenía diabetes ni tomaba estatinas.
Durante el seguimiento, que duró unos 28,5 meses, 48.013 pacientes empezaron a usar estatinas, 13.455 desarrollaron diabetes y 8.932 participantes murieron.
Con esos datos, el equipo realizó un estudio aleatorio hipotético sobre las estatinas, estimó de manera observacional el efecto de la intención de tratar y ajustó el sesgo de supervivencia diferencial mediante el criterio de proporcionalidad inversa.
Con este enfoque, el inicio del uso de estatinas estuvo asociado con un aumento del riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
Pero el equipo «no halló pruebas de que ese aumento del riesgo pudiera explicarse con la supervivencia diferencial de los participantes tratados con estatinas». Lo mismo ocurrió tras limitar el análisis a los adultos mayores.
Los mecanismos biológicos probables detrás de este resultado incluyen la hipótesis de que la simvastatina y la atorvastatina reforzarían la resistencia a la insulina. Pero la fluvastatina la reduciría.
Otras vías de acción probables serían la disminución de la recaptación de la glucosa en los adipocitos o de la secreción de insulina. Para los autores, «se necesitan más estudios para identificar el papel de los distintos mecanismos moleculares».
Diabetes Care, online