El Día Internacional de la Mujer es un buen momento para analizar la situación femenina en el mundo de la ciberseguridad. Y es que, aunque las mujeres representan el 47 por ciento de la fuerza laboral en todo el mundo, lamentablemente esta cifra no se puede extrapolar al sector de la ciberseguridad. De hecho, según el informe Women in Cybersecurity, actualmente ese porcentaje se cifra en torno al 25 por ciento. A pesar de que todavía es una cifra baja comparada con el informe del año anterior, supone más del doble de crecimiento con respecto al año 2020. En ese año la presencia femenina en esta industria era del 11 por ciento.
Una forma eficaz y eficiente de cerrar esta brecha de género es facilitar el acceso y el progreso de las mujeres en carreras STEM. Para que esto suceda, el mundo primero debe cambiar su mentalidad hacia las mujeres en la ciberseguridad. Y es que a menudo se percibe que «no son lo suficientemente técnicas» para este tipo de carreras, pero esto está lejos de la realidad.
No en vano, hay muchas líderes influyentes, inspiradoras y pioneras en este sector. Es más, según el Cybersecurity Workforce Study, últimamente hay más mujeres profesionales de la ciberseguridad, en comparación con los hombres, que están alcanzando los puestos más altos. Por ejemplo, como directoras de tecnología (7% de mujeres frente al 2% de hombres), directoras de TI (18% frente al 14%) y ejecutivas de nivel C (28% frente a 19%). Así pues, a pesar de estar infrarrepresentadas, esto supone una señal prometedora del cambio de mentalidad que se está produciendo en el sector.
Una de las formas clave de que siga creciendo el talento femenino es involucrar y generar interés desde una edad temprana. El objetivo es motivar a jóvenes talentos a descubrir el espacio de la ciberseguridad y conectarse con modelos a seguir de la industria. En un estudio global reciente de mujeres estudiantes de STEM, el 70 por ciento de las alumnas indicaron que la presencia de un modelo a seguir las había alentado a aprender más sobre esta industria.
Paralelamente, las instituciones pueden, asimismo, apoyar mediante la introducción de más iniciativas para desarrollar el ecosistema de ciberseguridad y trabajar en conjunto con organizaciones e instituciones educativas. Esto daría lugar a iniciativas más holísticas para construir una fuente de talento más sólida, desde la educación hasta el reclutamiento y la retención. En Finlandia es materia obligatoria en la
educación básica la programación y sistemas informáticos, en lo que respecta a latinoamerica solo en Mexico y Argentina se estan estipulando los estudios en informática en educación básica.
En última instancia, atraer a las mujeres a la ciberseguridad reduciría la brecha de talento en este sector. Además, proporcionaría nuevas perspectivas para la innovación y la resolución de problemas, lo que contribuiría a fortalecer las capacidades de ciberseguridad. Esto generaría un impacto social más amplio, mejorando el desempeño empresarial.
Adolfo M. Gelder
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