Zonas pobladas de Ucrania han sido azotadas por bombardeos aéreos y ataques con artillería pesada, matando a civiles y destruyendo hospitales en actos que pueden equivaler a «crímenes de guerra”, y general una «inmensa preocupación”, dijo este miércoles Michelle Bachelet, la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
«Los ataques indiscriminados están prohibidos por la ley humanitaria internacional y podrían constituir crímenes de guerra», dijo la exmandataria chilena ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra, recurriendo al condicional por convención, dado que las acusaciones deben ser por principio decididas por un tribunal.
También dijo que su oficina había recibido «denuncias creíbles” de que las fuerzas rusas han utilizado municiones de racimo en zonas pobladas de Ucrania al menos 24 veces. De igual forma, añadió que ya está bajo investigación el presunto uso de municiones de racimo por parte de Ucrania.
«Las viviendas y los edificios administrativos, los hospitales y las escuelas, estaciones de agua y sistemas de electricidad no se han salvado», dijo.
Rusia ha negado haber atacado a civiles en lo que llama una «operación especial» para desarmar y «desnazificar» a su vecino.
Bachelet dijo que su oficina, que despliega cerca de 60 observadores de derechos humanos de la ONU en Ucrania, había verificado 77 incidentes en los que en los que se dañaron instalaciones médicas, incluidos 50 hospitales.