Lástima que 65 años antes los árabes no aceptaran la resolución 181 porque se habrían evitado miles de muertos
Por fin, después de 65 años, Palestina ha aceptado la resolución 181 que, con fecha 29/XI/1947, hablaba de la creación de dos estados, uno judío y uno palestino. De manera que, 65 años después, ha entrado en la historia. Lástima que no aceptaran esa resolución seis décadas antes, porque habrían evitado miles de muertos. Pero, nunca es tarde para hacer lo correcto y desde el primer momento lo correcto era querer un Estado palestino, y no simplemente querer destruir al Estado judío.
No seré yo, en cualquier caso, quien esté en contra de la creación de ese Estado, y sólo puedo celebrar que sea ese el camino, y no los suicidas, los misiles iraníes, Hizbulah, la explosión de autobuses, etcétera.
Sin embargo, sería bueno que fuera un camino sin trampas. Primero porque la resolución 181 habla de dos estados, el judío y el palestino, y de momento los palestinos sólo aceptan una parte de la resolución. La otra, la aceptación de la existencia de Israel, parece que se les ha olvidado.
Han tardado pues 65 años en aceptarse a sí mismos, pero aún quieren entrar por la puerta de atrás. Además, lo plantean como una cuestión unilateral, cuando cualquier resolución del conflicto, fronteras (tema fundamental), refugiados, Jerusalén, debe nacer de una negociación.
De manera que cabe preguntarse si quieren el Estado para caminar hacia la paz o lo quieren para prepararse mejor para la guerra. Y esta pregunta es clave, porque hasta el momento las treguas pactadas nunca han sido para preparar la paz, sino la violencia, así que cabe desear que esta vez cambie el rumbo y que todo esto no sea otro gesto de agitación propagandística, sino una sincera estrategia para resolver el conflicto.
También es importante recordar que Israel siempre es acusada de no cumplir las resoluciones de la ONU y se olvidan de que Palestina las incumple todas, empezando por no reconocer a Israel y continuando por enviarle continuamente misiles.
Quizás esta vez, ya con la apariencia de un Estado, se tomen más seriamente esas mismas resoluciones burladas y sin embargo recriminadas al enemigo. Y puestos a preguntar, ahora que han conseguido ser considerados un Estado observador en la ONU, ¿Se comportarán como tal y no dispararán contra su vecino? Porque si cambia el estatus político de Palestina, cualquier agresión contra otros también tendría otro estatus.
Y finalmente, acabar con la mentira. No es Israel quien no quiere un Estado palestino, son los líderes palestinos quienes siempre lo han impedido. Ojalá este paso consolide a Mahmud Abas y no al islamismo fanático, porque también en ello le va la vida a todos.
En cualquier caso, la perspectiva es otra en función de quién se lleve el éxito. Para acabar, un deseo: que los líderes palestinos tengan ahora la grandeza y el sentido de la historia que durante 65 años no han tenido. O eso, o continuarán fuera de la historia.
Pilar Rahola