Un nuevo informe del Observatorio Venezolano de Violencia reflejó en cifras no oficiales, la realidad en materia social y de seguridad que se está viviendo actualmente en el país; y es que sólo en el año 2012, 21 mil 692 personas fueron asesinadas, lo que dan un promedio de unos 59 ciudadanos fallecidos diariamente a manos de la violencia; posicionándose como los días más sangrientos de la historia venezolana.
Roberto Briceño León, director de dicha organización, exclamó que esta conducta “sumamente agresiva” que se ha evidenciado en los últimos tiempos por una parte de los ciudadanos, es consecuencia de la falta e irrespeto de la convivencia, el acuerdo ciudadano, así como el quebrantamiento de las normas y leyes; razones que considera están directamente relacionadas con la impunidad.
Diferente a la explicación que en diferentes oportunidades ha ofrecido el Estado, que atañe ese “problema de salud pública” a la pobreza y el desempleo, las cuales según el especialista, pasaron a ser obsoletas e inaplicables en la actualidad.
“No se trata si eres pobre o rico, simplemente si las normas se irrespetan y se violan, si la gente roba o asesina y no les pasa nada, no se le aplica ninguna represión o consecuencia por su acto de agresión a la sociedad y a otros ciudadanos; inmediatamente se está fomentando el delito”, señaló.
“Política equivocada”
También explicó que “el constante elogio de la violencia” que han tenido algunas autoridades, la destrucción institucional, la división del país en dos grupos y la politización de las entidades de seguridad, son también factores determinantes en esta situación. Sin embargo, exclamó que los más resaltante es la “política equivocada” que se esta aplicando y que no ha dado con la solución del problema.
“Aquí se esta llevando a cabo una estrategia de prevención material que resolverá nada, mientras tanto se olvida de la prevención cultural que se basaría en la premiación a quienes cumplen las normas y la represión a los delincuentes con su persecución, detención y encarcelamiento efectivo”, destacó.
Planes mal ejecutados
En cuanto a la efectividad del los proyectos de seguridad que el Gobierno ha venido implementando como la Misión A Toda Vida, Plan Desarme, el fortalecimiento de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), entre otros; señaló que no han sido diseñadas conforme a la necesidad político-social del país, y por ello su fracaso en frenar las continuas muertes violentas.
“Los planes están, pero las medidas no se ejecutan. Por ejemplo, nada se gana con entregarle nuevas patrullas, armas y chalecos antibalas a los policías, si no les da verdaderamente un poder para actuar contra los delincuentes (…) Por otro lado está el mensaje contradictorio, si se aplica una ley desarme y por otro lado están emitiendo discursos alabando el uso de armamentos, evidentemente el mensaje se distorsiona”, apuntó.
Desconfianza en la autoridad
En otro orden ideas, Briceño afirmó que existe una creciente desconfianza hacia los organismos de seguridad pública, lo cual se refleja en el número de secuestros denunciados en el presente año, que llegaron a ser sólo 583, cuando en realidad estiman que la cifra supera los miles. Siendo esto un reflejo de los venezolanos que prefieren callar antes de buscar apoyo en la policía.
En varias encuestas que hemos realizado, encontramos que de cada 10 delitos que se cometen, seis no se denuncian. Y esto se debe a tres razones fundamentales: la primera de ellas es que la gente piensan que la policía no hará nada; en el caso de plagios muchos creen que hay funcionarios involucrados, por ello no dicen nada; y la tercera es que las personas sienten miedo de que denunciando, podrán ser victimas de represalias”, comunicó el sociólogo.
Linchamiento: Justicia colectiva
El director del Observatorio Venezolano de Violencia, Roberto Briceño León, manifestó que ante la impunidad y el fracaso de las medidas de seguridad y represión contra los malhechores, han llevado a la sociedad a tomar “justicia colectiva”; ya que algunos ciudadanos sintiéndose desamparados por las autoridades prefieren accionar estas medidas radicales.
“El linchamiento es sin lugar duda, una consecuencia de la impunidad. Es una manera que han tomado algunas personas de ejercer la justicia en privado y con sus manos, cuando se piensa que no hay respuestas por parte de las autoridades, frente a un delito que consideran excepcionalmente grave”.
21 mil muertes
El informe anual realizado por el Observatorio Venezolanas de Violencia, estima que al concluir el año 2012, 21 mil 692 personas habrán fallecido a manos del hampa, para una tasa de 73 homicidios por cada 100 mil habitantes; poniendo a Venezuela como uno de los países más inseguros del mundo.
En diversas ocasiones, el presidente Hugo Chávez ha manifestado que estas cifras no oficiales se basan en el ingreso de cadáveres a las diferentes morgues forenses, sin una previa clasificación de cuáles realmente son victimas de la violencia.
Ante ello, Roberto Briceño León, director de dicha organización explicó que el estudio está basado en archivos oficiales, considerando y tomando en cuenta sólo aquellos que fueron declarados como homicidios, los ultimados por cuerpos policiales y algunos que están en averiguaciones de muerte.
Anabel Barrios Díaz / abarrios@diariolavoz.net