El canciller mexicano, Marcelo Ebrard, pidió este miércoles al Gobierno de Estados Unidos que se involucre para impulsar «otro tipo de relación en las Américas» basada en el «respeto mutuo», «la no intervención» y el «beneficio» de todos los países de la región.
Ebrard afirmó que México viene con una «actitud constructiva» a la IX Cumbre de las Américas, que se celebra hasta este viernes en Los Ángeles y que no contará con la presencia del presidente Andrés Manuel López Obrador, en señal de protesta por el veto a Cuba, Venezuela y Nicaragua.
«La organización que tenemos en las Américas debe evolucionar, incluso propuse hace un momento que tomásemos en cuenta lo que decía el presidente (Franklin Delano) Roosevelt de la buena vecindad para hacer una política en función de la no intervención y el beneficio mutuo», indicó.
Sobre la exclusión de los Gobiernos de Cuba, Venezuela y Nicaragua, tachados de antidemocráticos por EEUU, Ebrard no consideró que sea «una falta de respeto», pero sí algo «muy polémico».
«Varios países lo mencionaron en la reunión de cancilleres (de hoy) porque ya se había discutido hace diez años, en Cartagena de Indias (Colombia), en 2012, y se llegó» a la conclusión «de que se invitaría a Cuba, cosa que sucedió en Panamá (2015)», defendió.
En este sentido, lamentó que en 2022 se esté en la misma discusión, aunque ello no significa que estén «en conflicto» con Estados Unidos.
«Nos respetamos mutuamente», sentenció.
Sin embargo, creen que «hay cosas que cambiar» y que es «factible» hacerlo en esta IX Cumbre de las Américas.
Además de a López Obrador, el veto a esos tres países por parte de la Administración Biden incomodó profundamente a otros mandatarios latinoamericanos que también desistieron de acudir a la conferencia, como el boliviano Luis Arce y la hondureña Xiomara Castro.
Esta es la primera vez que Estados Unidos acoge una Cumbre de las Américas desde la primera edición, que se celebró en Miami, en 1994, bajo el Gobierno de Bill Clinton.