Por Oscar Ceballos
Rodolfo Hernandez, dice que aceptará el Debate, tal vez alguna cantinflada lo salve o lo hunda. A Jaime Lusinchi le pasó con el debate que sostuvo con Rafael Caldera.
En aquel entonces Caldera era considerado como la crema y nata de la inteligencia y el más profundo ideólogo de la doctrina Social Cristiana. Caldera sereno y tranquilo y muy seguro que dejaría en ridículo a Lusinchi, lo increpó y le pidió en forma irónica a Lusinchi, que le mostrara y le dijera al país cual era la filosofía e ideología en que basaba su programa de gobierno y Jaime Lusinchi le contestó con una cantinflada, donde hasta la propia barra de Caldera se rieron a carcajadas. Lusinchi le contestó que él no había venido al debate para contestar esas exquisiteces, que su programa era social y simple. Entonces el Debate se convirtió en una debacle para Caldera con cada cantinflada de Lusinchi, Caldera perdió el debate y la Presidencia también. Moraleja: El componente político en los debates es altamente emocional, donde el contraste de las respuestas pueden elevar o hundir a cualquiera de los que debaten, aunque sean jocosas. Por eso se dice que la política no es una ciencia sino un arte.