También el domingo se informó que dos soldados murieron por una bomba colocada en un camino en la zona tribal de Waziristán del Norte, bastión de extremistas del Talibán y al-Qaida
QUETTA. Al menos 42 personas murieron el domingo en Pakistán en diversos ataques relacionados con milicianos extremistas. Un atacante suicida a bordo de un vehículo con explosivos estrelló la unidad contra un autobús que transportaba peregrinos chiíes causando la muerte de al menos 19 personas, informó un funcionario.
También el domingo, las autoridades encontraron los cadáveres de 21 policías tribales que habrían sido secuestrados por presuntos talibanes en Peshawar, la caótica región tribal del noroeste del país. Desde el jueves habían desaparecido 23 oficiales y dos están gravemente heridos.
Pakistán resintió en el año que termina un incremento en los homicidios violentos atribuidos a suníes radicales que consideran herejes a los chiíes. La violencia ha sido peor en la provincia de Baluchistán, donde ocurrió el atentado al autobús.
Tufail Ahmed, un político local, dijo que 25 personas resultaron lesionadas y muchos de ellos están en condición delicada. La explosión también dañó otro autobús de chiíes que estaba cerca.
Un testigo, que viajaba en el segundo autobús y que declinó identificarse, dijo a la televisora Geo que unos 40 peregrinos se dirigían al vecino Irán, un popular destino de turismo religioso entre los chiíes.
Los chiíes representan casi 15% de los 190 millones de paquistaníes. Durante mucho tiempo han sido objeto de ataques por parte de extremistas suníes y la campaña sectaria ha empeorado en años recientes. Human Rights Watch indicó que este año murieron 300 chiíes en Pakistán.
También el domingo se informó que dos soldados murieron por una bomba colocada en un camino en la zona tribal de Waziristán del Norte, bastión de extremistas del Talibán y al-Qaida.
AP