La nueva devaluación del bolívar frente al dólar tiene un efecto inflacionario que continúa golpeando el bolsillo de los venezolanos, en momentos en que muchos comerciantes reaccionan cambiando precios de mercancías para garantizar la posibilidad de reponer sus inventarios.
Cecilia* es gerente de un establecimiento comercial que vende suministros para construcción. Para ella, la nueva devaluación del bolívar frente al dólar no representa “muchos cambios” en su dinámica porque, en su opinión, la mayoría de sus ventas se dan en moneda extranjera, pero admite que es “un dolor de cabeza”.
“Hasta ahora los proveedores no nos han cambiado precios porque se manejan en dólares”, dice a la VOA.
Durante los últimos meses, cuando un cliente quería pagar en bolívares, estuvo haciendo los cálculos de acuerdo a la tasa oficial del Banco Central de Venezuela (BCV), pero ahora la diferencia respeto a la tasa del mercado paralelo es “muy grande” y es cuando admite que surgen los inconvenientes.
“Ayer se perdió una venta. La paré porque era mucho dinero en bolívares y no estábamos claros de en cuánto recibirlo. Nuestros proveedores nos pasan las listas en dólares y, cuando alguien quiere pagar en bolívares, nos dan los precios al instante, esos los calculan a tasa paralela”, explica.
Entre el 14 y el 24 de agosto, el precio del dólar se incrementó en aproximadamente 27 %; la devaluación del bolívar, de acuerdo a expertos, seguirá ocurriendo y coinciden en que las razones de fondo son la falta de confianza en el bolívar y que el BVC no “tiene reservas para sostener la tasa de cambio”.
Muchos ciudadanos con bolívares disponibles hicieron lo posible por usarlos en las últimas horas. Es el caso de Juan José, un hombre de mediana edad que salió con varias bolsas de un supermercado en el este de Caracas.
“La semana pasada había cambiado, siempre es bueno tener bolívares para completar cuando no hay cambio, pero prefiero gastar una parte para que no se vuelva sal y agua, me vine a comprar unas cosas que necesitaba. Aquí no me fijé en los precios, pero me han comentado que en algunos sitios las cosas subieron”, dijo a la VOA.
El economista José Guerra explica que las devaluaciones siempre tienen un efecto inflacionario que se traslada de manera gradual o súbita a los precios y sostiene que los comerciantes actúan “racionalmente” al remarcarlos porque, de lo contrario, no tienen manera de reponer sus inventarios.
“Esto no es algo ni pecaminoso, ni criticable, ni censurable, es la lógica con que actúa la economía. Si usted tiene un inventario que está valorado hoy a 7 bolívares por dólar y usted vende ese inventario a 7 y mañana el dólar está a 12, te arruinaste. No hay negocio que pueda sobrevivir a esa circunstancia, esa es la respuesta natural ante un desquiciamiento del tipo de cambio provocado por la política económica”, exopone consultado por la VOA.
“Esta crisis la creó el gobierno tratando de estabilizar lo inestabilizable que es el tipo de cambio, lo tuvieron fijo durante algún tiempo quemando las reservas y ahora no tienen”, subraya Guerra, también miembro del Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF).
«No se dejen robar»: la exhortación de Maduro
En este contexto, el presidente Nicolás Maduro considera que “hay quienes pretenden perturbar” la recuperación económica y pidió “máxima consciencia”.
“No se dejen robar con el dólar paralelo, hay un dólar de mercado legal que es el dólar del BCV, es el dólar legal y es un dólar de mercado y es un dólar fijo, a mi no me vengan con cuentos”, dijo.
“Entonces viene un grupo de inescrupulosos a disparar el dólar paralelo de manera ficticia y falsa para que venga un grupo de comerciantes también inescrupulosos a robar al pueblo, no se la calen, que el pueblo no se la cale, basta de especulación”, continuó el jueves por la tarde a través del canal del Estado.
El fiscal general designado por la extinta Asamblea Nacional Constituyente (ANC), dirigió un mensaje a quienes calificó como “especuladores con el dólar paralelo a la tasa del BCV”.
“Véanse en este espejo: el Ministerio Público bajo nuestra orientación ha diseñado un plan nacional de sanción ejemplar en contra de los comerciantes delincuentes que están robando por esta vía a nuestro pueblo”, escribió en un mensaje en Twitter refiriéndose al caso de un comerciante que fue recientemente imputado luego de que un cliente lo capturara en video presuntamente negándose a concretar una venta a tasa oficial.
Los pronunciamientos oficiales hicieron reaparecer, en redes sociales, las sombras de 2013, cuando Maduro acusó a comerciantes venezolanos de formar parte de una presunta “guerra económica” y dio la orden de bajar precios.
En ese entonces, en medio de un estricto control cambiario y políticas punitivas, ordenó ocupar y vender a “precios justos”, productos de una red de tiendas de electrodomésticos que recibía dólares preferenciales y a la que acusó de especular con sobreprecios de 1.000 %.
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Los años de controles de precio y fiscalizaciones que se relajaron tras la imposición de sanciones y un masivo apagón en 2019, causaron escasez de producto y temor en el sector privado.
En marzo, el incremento del salario mínimo mensual que perciben unos 700.000 trabajadores públicos y poco más de 3 millones 200 mil pensionados era el equivalente a 30 dólares, pero esta nueva devaluación ahora lo ubica en el equivalente a 15 dólares.
“No nos alcanza el dinero, se desaparece como pólvora”, dijo a una mujer a la VOA en medio de una protesta de jubilados para exigir el pago de sus pensiones.
“Cuando vamos al mercado a comprar bienes o servicios todo es el doble, el dinero se nos deprecia. Si íbamos a comprar medio kilo de queso, tenemos que comprar 300 gramos”, respondió Daniel Urdaneta al ser consultado sobre cómo le afecta la nueva devaluación que enfrentan los venezolanos.
Según el OVF, el valor de la canasta alimentaria en julio alcanzó un récord de 392 dólares mensuales, un aumento de 29 % en comparación con el mismo período del año pasado.
Con información de VOA