«Un niño y cuatro adolescentes de Falcón estaban entre medio centenar de personas cuyo rastro se perdió cuando intentaron llegar a Curazao o Aruba. Sus casos no solo revelan las inconsistencias del Estado en la búsqueda de los migrantes desaparecidos, sino el drama de los menores que arriesgan la vida por buscar otro futuro», así lo señala un reportaje.
El trabajo precisa que este grupo de menores de edad desapareció en dos zarpes clandestinos desde las costas de Falcón y con destino a Aruba o Curazao.
El reportaje narra la historia de uno de los jóvenes que zarpó el 7 de junio de 2019: Alexander González, quien al momento de su desaparición estaba por cumplir 15 años.
El adolescente estudiaba tercer año de bachillerato en un liceo público de Coro, estado Falcón.
«González aspiraba celebrar su cumpleaños junto con su padre que se había mudado a Curazao. También soñaba con instalarse en esa isla, ubicada a 159 kilómetros de las costas de Falcón, donde pensaba que tendría un mejor futuro que en su natal Venezuela», contó Crónicas del Caribe.
No se sabe nada de él después de embarcarse, ni de quienes lo acompañaban ni de la propia embarcación.
Yenifer Rivero, la madre de Alexander González, dijo a Crónicas del Caribe que cree que su hijo falleció, pero se aferra a la posibilidad de que un milagro le traerá a su hijo de vuelta a casa.
«Donde quiera que esté, Dios lo va a traer de regreso”, dijo en la entrevista.
Menores de edad desaparecidos al viajar a Curazao o Aruba
El reportaje destaca que el caso de González ilustra lo sucedido con una cantidad indeterminada de niños y adolescentes cuyo rastro desapareció luego de embarcarse en Falcón con destino a Curazao o Aruba.
Además, de Alexander González, Crónicas del Caribe confirmó por medio de los familiares la desaparición de otros cuatro menores de edad: Jackeisson Gómez, de 16 años; Albert de Ventura, de 17 años; y los hermanos Kristian y Sebastián Calatayud, de 17 y 10 años de edad.
«Los relatos de los parientes de González, Ventura, Gómez y los hermanos Calatayud reflejan las desesperanzas de las familias y de los niños y adolescentes con respecto a sus condiciones de vida en Venezuela; revelan el estado de desesperación en el que cayeron tras conocer la noticia de las desapariciones; y también muestran la incertidumbre que tienen con respecto a los esfuerzos sin resultados de las búsquedas de los desaparecidos por parte del Estado. Cuentan que atraviesan un duelo inconcluso que les ha cambiado las vidas para siempre», se lee en el trabajo.
En la lancha en la que desapareció González también iban otras 33 personas, incluyendo a su tía y otros dos adolescentes: Albert Ventura y Jackeisson Gómez, ambos oriundos de La Vela de Coro y quienes viajaban solos.
Otro naufragio al intentar llegar a Aruba o Curazao
Nueve meses más tarde, en abril de 2020, se produjo otro naufragio, en el que solo sobrevivieron 4 personas de las 20 que iban a bordo y donde desaparecieron los hermanos Calatayud, quienes iban con su madre.
Con información de Crónica del Caribe