Una serpiente pitón de 6.7 metros devoró a una mujer de 54 años en la provincia de Jambi, en la isla occidental de Sumatra, Indonesia. Este lugar se caracteriza por tener un terreno pantanoso y grandes ríos, como el famoso Batang Hari, que es el más largo de la zona con 800 km de longitud. La víctima fue una fémina de nombre Jahrah que desapareció un viernes y fue encontrada dos días después por los lugareños.
Así ocurrieron los hechos
La señora había salido la noche del viernes a la jungla cerca de su casa para recolectar caucho. Tras varios días desaparecida, los vecinos de la zona organizaron y enviaron grupos de búsqueda hasta que dos días después encontraron una enorme boa con el estómago hinchado y en medio de la selva. Al no tener más respuestas concretas del paradero de la mujer, decidieron abrir la pitón y fue cuando encontraron el cuerpo dentro.
Se sabe que la serpiente primero usó sus colmillos, que están inclinados hacia atrás para proporcionar más agarre. Sujetó a Jahrah y la envolvió lo más rápido que pudo en su robusto y fuerte cuerpo. Luego la apretó lentamente hasta que finalmente no pudo respirar y la asfixió. Tras su muerte, la pitón abrió su mandíbula, carente de mentón y hueso, para devorar entera a la mujer.
Digerir por completo a un ser de ese tamaño pudo haberle tomado semanas a la serpiente. De hecho, el cuerpo de Jahrah parecía en gran parte intacto, incluida su ropa, aseguraron los vecinos de la zona después de que abrieron al reptil.