El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ordenó este jueves el cierre de las numerosas trochas existentes en la frontera con Venezuela, para impulsar el comercio y combatir el contrabando y la corrupción de funcionarios de ambos países.
Petro hizo las afirmaciones en la fronteriza Cúcuta, capital del departamento de Norte de Santander, donde aseguró que la reapertura total de la frontera, que él mismo encabezó hace un mes, después de permanecer cerrada siete años al paso de vehículos, no ha tenido el impacto económico esperado porque el comercio de mercancías se sigue haciendo por las trochas.
«Al cabo de un mes por allí solo han pasado dos millones y medio de dólares en productos para aquí y para allá. ¿Y el resto de los productos por dónde está pasando?», se preguntó el mandatario.
Petro recordó que el pasado 26 de septiembre fue reabierto el puente internacional Simón Bolívar, principal paso oficial entre los dos países, y ahora toca cerrar las trochas, muchas de ellas controladas por grupos armados ilegales, para que el comercio fluya legalmente.
«Abrimos el puente, nos dimos la pela, corrimos el costo político y la economía sigue pasando por la trocha, porque allí, uniformados y funcionarios de allá y de acá, están cobrando la comisión», afirmó.
Acto seguido, ordenó a su ministro de Comercio, Industria, y Turismo, Germán Umaña, cerrar los pasos ilegales: «Esas trochas se cierran porqué se cierran», sentenció Petro.
Frontera legal para todos
«Queremos abrir la frontera, no para que los camiones pasen por la trocha y le paguen el ají a las fuerzas estatales de uno y otro lado, contrabandeando, sino que queremos que pasen por el puente», subrayó Petro en un discurso ante unos 5.000 asistentes a una jornada de los Diálogos Regionales Vinculantes, que lidera su Gobierno.
El presidente enfatizó que tanto el puente Simón Bolívar como el Francisco de Paula Santander, que comunican a Norte de Santander con el estado venezolano del Táchira, no se abrieron «para que a los vivos de aquí y de allá se les llenen los bolsillos y se enriquezcan».
«Vamos a hacer cambios de este lado y voy a solicitar cambios de ese lado», dijo en referencia a Venezuela.
Igualmente, afirmó que si para eso tiene que hablar con su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, lo hará, «porque esta frontera es para la gente, no para las mafias».
Pese a que la reapertura de la frontera, cuyo cierre fue ordenado por Maduro en agosto de 2015 por diferencias políticas e ideológicas con Colombia, fue presentada hace un mes como un hito para dar un salto económico inmediato a la renovada relación bilateral, esta medida se ha reducido a contadas operaciones comerciales.
Hasta el momento, la circulación de personas sigue siendo limitada y el paso de camiones de carga, que fue un símbolo de la reapertura, es de tres al día en promedio. EFE