Los disparos de artillería por parte de Corea del Norte fueron realizados desde la provincia fronteriza de Gangwon-do.
De acuerdo con la agencia, los militares surcoreanos emitieron un mensaje de advertencia para informar a Pionyang de que se trataba de una violación del acuerdo militar del 19 de septiembre y que debían de poner fin a la provocación inmediatamente.
Unas horas antes, el Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur informó que Pionyang había disparado 17 misiles de varios tipos y al menos uno de ellos cayó cerca de la costa surcoreana.
Uno de los proyectiles cruzó la frontera marítima «de facto» entre el Norte y el Sur, mientras que otro cayó en aguas a 57 kilómetros al este de la ciudad de Sokcho y el último voló en dirección a la isla de Ulleungdo, en el mar de Japón, lo que provocó que las autoridades activaran las sirenas antiaéreas.