«Olvídense del 10 de enero. El pueblo ya decidió el 7 de octubre. El presidente de la República es Hugo Chávez y la voluntad del pueblo debe respetarse», esas fueron las palabras de Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional, el pasado 22 de diciembre y esa misma tesis ha venido defendiendo hasta ahora.
Pero se acerca el día -en efecto falta apenas una semana- y en Venezuela nadie olvida que ésa es la fecha en que el presidente Chávez debe tomar posesión para el periodo 2013-2019 tras ganar las elecciones de octubre.
A los venezolanos se les viene encima el día clave en un escenario incierto, pues todo parece apuntar a que Chávez, convaleciente en Cuba, no estará listo.
El principal problema está en que la Constitución establece claramente muchas cosas pero no tanto qué ocurre si tal día no se da la juramentación. Al menos, eso se desprende del hecho de que analistas, políticos oficialistas y opositores parecen hacer interpretaciones bien distintas.
Para unos es una fecha postergable, para otros habría que declarar la «falta temporal» del mandatario y otros hablan incluso de la falta absoluta y de la necesidad de convocar nuevas elecciones dentro de 30 días.
Según Cabello, los chavistas «saben lo que tienen que hacer». En la oposición, abren la puerta a la falta temporal aunque están a la espera de qué hará el gobierno para acudir a los tribunales, si lo creen necesario.
«Delicado»
El vicepresidente Nicolás Maduro, nombrado por Chávez su heredero político si hay que convocar tales elecciones, dijo que el mandatario está «en una situación compleja».
«A veces ha tenido unas ligeras mejorías, a veces situaciones estacionarias», dijo en entrevista con Telesur, canal internacional propiedad del Estado Venezolano y de línea editorial muy favorable al chavismo.
Maduro había hablado este lunes de «nuevas complicaciones» derivadas de una infección respiratoria adquirida tras su cuarta intervención quirúrgica por el cáncer que padece desde mediados de 2011.
Ese día, desde La Habana, el tono pesimista que empleó, lo de las nuevas complicaciones y que hablara de que la situación «no está exenta de riesgos», había hecho saltar todas las alarmas en el país sobre un posible desenlace fatal inminente.
Pero Jorge Arreaza, yerno y ministro de Ciencia, aseguró en la red social Twitter que el presidente continúa estable. Del mandatario se sabe poco más que ha sido operado cuatro veces tras serle extirpado en junio de 2011 un tumor del tamaño de una pelota de béisbol de la región de la pelvis.
Los rumores circulan por Venezuela ante la falta de detalles concretos de la salud del presidente pero también acerca de qué va a pasar el día 10.
¿Elecciones? No, gracias
Aunque el propio Cabello denuncia que en el día 10 de enero la oposición busca aprovechar la oportunidad para deshacerse políticamente de Chávez, en el antichavismo parecen no insistir demasiado en el asunto.
Luis Vicente León, presidente de la firma de encuestas Datanálisis, considera que es a Maduro a quien le conviene una elección pronto y no tanto a los opositores que han acumulado dos duras derrotas en los últimos meses.
«A Maduro le conviene una elección a muy corto plazo. Así sólo es un reflejo. Si se demora, el candidato será él mismo», escribió León en la red social Twitter aludiendo a que el también canciller podría aprovechar el tirón electoral de Chávez.
Además, la oposición no tiene candidato oficialmente, aunque sobre todo tras las elecciones regionales del pasado 16 de diciembre, todo apunta a que Henrique Capriles, gobernador del estado Miranda, sería el aspirante natural, pero eso también estaría por verse.
«Eso está por decidirse. Si hay tiempo, habrá primarias, si no, se decidirá por consenso del 70%», le dijo a BBC Mundo Ramón Medina, secretario ejecutivo adjunto de la MUD.
Abraham Zamorano /BBC Mundo