La agencia del medicamento de EE. UU (FDA por sus siglas en inglés) aprobó el pasado 28 de diciembre un nuevo fármaco contra la tuberculosis (y lo anunció el 31 de diciembre). Se trata de la bedaquilina, y tiene como especial característica que es el primer fármaco que está indicado expresamente para las formas resistentes de esta enfermedad infecciosa.
Las mutaciones del bacilo son tan importantes que ya definen un tipo nuevo de tuberculosis: la múltiple resistente (MDR), que se define cuando el microrganismo no responde a dos de los fármacos más habituales, la rifampicina y la isoniazida. Entonces la única opción es probar combinaciones más agresivas que pueden suponer hasta dos años con 20 pastillas diarias, un régimen que en muchos países es insostenible. La gravedad de esta variante va en aumento. La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que en 2011 hubo 8,7 millones de casos de tuberculosis en el mundo, de los que murieron 1,4 millones de personas. Las estimaciones de la OMS indican que ya ha habido más de 300.000 casos de la variante resistente, y solo el 20% recibe tratamiento.
De hecho, la FDA ha aprobado el medicamento mediante un procedimiento acelerado, que es el que se utiliza para acortar los plazos y que se basa en una rápida evaluación del riesgo del fármaco frente a sus potenciales beneficios. Por eso indica que el medicamento habrá que usarlo en combinación con otros, y que tiene varios riesgos, sobre todo cardiacos.
Pese a ello, y debido a la gravedad de la infección, organizaciones como Médicos sin Fronteras (MSF) han saludado con alegría la noticia. “La bedaquilina es el primer medicamento activo contra la tuberculosis que la FDA aprueba desde 1963”, indican en un comunicado. “Es un avance mayúsculo, y además el hecho de que este fármaco sea activo contra las formas resistentes a medicamentos de la tuberculosis supone que tiene el potencial de cambiar las reglas del juego”, ha dicho el director de la Campaña de Acceso de MSF, el doctor Manica Balasegaram.
Agencias